El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

jueves, 15 de septiembre de 2016

DONETTES




 
Tras una noche de trabajo, el sábado me desperté al medio día y aún desde la cama, miré el teléfono móvil. Alguien en un grupo de los cientos que sigo en Facebook había hecho Donettes, y había colgado la receta. Lástima que estaba hecha con un mix comercial, pero nada que no pudiera "tunearse" al mundo de las harinas sin aditivos. Y así, recién levantada, con las arrugas de la sábana aún en la cara, y aprovechando que mi marido había hecho ya la comida, me puse a ello. Tardé apenas media hora en total, y pudimos saborearlos en el postre. El resultado es realmente espectacular. Culpa de ello lo tiene el chocolate de cobertura que utilicé.. Es de la marca "Torras". Se trata de una empresa que lleva más de cien años elaborando chocolates sin azúcar, con un 70% de cacao y cómo no, sin gluten. Simplemente deliciosos. Para elaborar los donettes necesitaremos la maquinita famosa que compré en Lidl, la donutera. También venden unos moldes de silicona que podrían hacerse en el horno, pero realmente la receta pierde toda su esencia, pues su éxito radica en la facilidad y rapidez con la que se hacen en la maquinita. Vamos allá.


INGREDIENTES (para unas 24 unidades): 

- 75 g de harina de arroz.
- 50 g de almidón de maíz.
- 60 g de azúcar.
- 125 ml de leche.
- 1 huevo.
- 3 cucharadas de aceite de girasol.
- 7 g de levadura química.
- 2 semillas de cardamomo molidas (prescindibles, aunque les dan un toque muy "donutero") 
- 1 pizca de sal (como siempre, ya sabéis que realza los sabores).


ELABORACIÓN:

Batir el huevo con el azúcar. 



Añadir el aceite y  luego la leche. Finalmente, añadir las harinas, la sal, la levadura y las semillas. 


Remover hasta conseguir una mezcla homogénea.
Veréis que la consistencia es muy líquida. No hay problema porque no tenemos que manejarla. 



Tan sólo hay que poner a calentar la maquinita y pincelar sus cavidades superiores e inferiores con mantequilla. Cuando esté lista, llenar las cavidades hasta casi el borde. Yo lo hago con un biberón de cocina. 




Cerrar y esperar 3 minutos y medio. Y ¡voilà! Ya están listos los donettes.





PARA LA COBERTURA:

Mientras vas haciendo varias tandas, puedes ir preparando el chocolate. Funde una tableta de chocolate de cobertura con una cucharada de mantequilla, para que le dé el brillo característico y aumente su manejabilidad. Cuando esté listo, sumerge los donettes uno a uno y a continuación ponlos a escurrir en una rejilla. Escúrrelos bien antes de ponerlos a enfriar para que la capa no quede demasiado gruesa. Lo recomendable es meterlos al frigorífico durante unas horas para que el chocolate se endurezca y al morder obtengamos esa mezcla de texturas: chocolate crujiente e interior tiernito.


Espero que os haya gustado. ¡Hasta la próxima!




martes, 28 de junio de 2016

BARQUILLOS CLÁSICOS




Tras el diagnóstico e inicio de la dieta sin gluten de mi hija en pleno mes de agosto, los barquillos fue una de las cosas que no fui capaz de encontrar. Llevábamos todo el verano comiendo ricos helados sin preocupaciones y de repente, ¡zas! ya no es posible tomar el barquillo.

De esta manera me vi obligada a improvisar recetas hasta conseguir una que mereciese la pena. Y lo conseguí. Están hechos de almidón de maíz, pues con la harina de arroz quedaban más quebradizos aún.
La barquillera es fundamental, aunque también pueden hacerse sin dibujo, en una sartén. Por su precio, yo recomiendo adquirir una, es mucho más cómodo y apenas ocupa espacio en la cocina.





Ahora no hay helado que se nos resista, y si es casero... ¡mucho mejor!

INGREDIENTES:

- 125 g de azúcar blanquilla.
- 60 g de mantequilla.
- 1 huevo.
- 125 ml de agua caliente.
- 175 g de almidón de maíz.
- 1 cucharadita de azúcar avainillado.

PREPARACIÓN:

Poner todos los ingredientes en un vaso para la batidora y batirlos hasta que la mezcla sea homogénea.
Calentar la barquillera y pintar con mantequilla con un pincel. Ir echando parte de la mezcla con ayuda de una cucharilla. Dejar 2 ó 3 minutos, hasta que estén dorados.
Darles forma con ayuda de un cono metálico o de plástico (normalmente estas máquinas llevan uno). Esto ha de realizarse con la mayor rapidez posible, porque la masa se endurece rápidamente, en cuestión de segundos, y conserva la forma que se la haya dado.

Para elaborar las tulipas, yo utilizo un vaso de plástico pequeño:





Lo pongo en el centro y le doy forma con los dedos. Es muy sencillo.

Ahora no podréis decir que no coméis barquillos porque no los encontráis en vuestro súper habitual. ¡Animaos y me contáis el resultado!

Edito a 21/07/2023

Desde hace algunos años, para hacer barquillos en casa utilizo la receta de la “masa cigarrillo”. A diferencia de la anterior, utiliza solo la clara del huevo, así que puede ser una receta perfecta de aprovechamiento.

La receta es muy sencilla. Consiste simplemente en batir la misma cantidad de clara de huevo, azúcar, mantequilla y harina.  Yo la hago cada vez que cocino crema catalana, pesando las claras que me sobran para así saber las cantidades del resto de ingredientes. ¡¡Cualquier harina vale!!  Pero si no se utiliza un mix panificable, es necesario añadir una pizca de goma xantana. Y si entre el azúcar incluís un sobre de azúcar vainillado o un poquito de vainilla en rama o su aroma, el resultado será ya increíble.
Se pone un poco de masa en la barquillera con una cuchara o bien sobre papel vegetal ¡¡y al horno!! No es posible hacerlos en una sartén porque necesitan calor simultáneo por arriba y por abajo. Debéis saber que esta masa es más densa que la de arriba, necesita ser extendida con una cuchara o una espátula. 
Tened en cuenta que es mejor que pongáis la masa con una forma rectangular si vais a hacerlos alargados, o bien redonda si haréis conos o tulipas. Hornead hasta que se doren, sacadlos del horno y dadles forma lo más rápido que podáis, con cuidado de no quemaros. Si usáis una barquillera, 2 ó 3 minutos serán suficientes para que queden perfectos.
¡¡Os aseguro que os acordaréis de mí si os animáis a probarlos!!






PAN DE MOLDE



Como ya he dicho en otras ocasiones, soy "anti-mixes comerciales".  Copiando de los grandes expertos en la cocina sin gluten, descubrí el mix casero de almidones de Marisa Famalap, del blog "Cocina fácil sin gluten", uno de mis favoritos.

Me cambió la vida. Saber que puedo hacer todas aquellas recetas que usan "preparado panificable", pero sabiendo de qué está compuesto este preparado, me encanta. De la entrada, "3 panes, 3 migas", nació la receta que hoy os presento. Cierto es que esa entrada estaba pensada para panes formados o baguettes, así que  tuve que aumentar las cantidades.Además, quería un pan blanco total, con el mismo aspecto que el comercial, por eso añadí solamente harina de arroz.El resultado, ya lo veis en la foto.

INGREDIENTES:

 - 300 gr del mix almidones (compuesto por 200 g almidón de maíz, 100 g fécula de patata y 100 g almidón dulce de mandioca)
- 75 g de de harina de arroz.
- 7 gr sal (2%)
- 7 gr xantana (2%)
- 7 gr psyllium (2%)
- 7 gr levadura química, opcional.
- 8 gr lecitina de soja 
- 5 gr levadura de panadero seca
- 37 ml aceite
- 360 ml agua


PREPARACIÓN:

Como podéis observar, el pan está hecho en panificadora. Utilizo un programa creado por mí misma, en el que alargo el tiempo del segundo levado, pues le cuesta un poquito más subir. 
En la máquina ya sabéis, primero los líquidos y después los sólidos. La sal separada de la levadura, cada una en una esquina. Me gusta retirar las palas tras el segundo amasado y alisar la parte de arriba del pan. Merece mucho la pena, mejora mucho el resultado.

Pues aquí lo tenéis. Un pan que podéis hacer semanalmente, y que, como todos los de su familia, gana mucho tostado, aunque se come muy bien al natural. Hasta la próxima.




lunes, 27 de junio de 2016

AUTÉNTICOS GOFRES BELGAS




Uno de mis dulces favoritos, muy difíciles de encontrar con el mismo sabor que los originales, son los auténticos gofres belgas.  Aquí en España en muchos lugares los preparan, pero siguiendo la receta francesa, cuya masa es casi líquida. La masa de los auténticos gofres es una bola, con un sabor y una textura espectacular (en Brujas logré inmortalizar a un vendedor de gofres, a punto de introducir las bolas de masa en la gofrera) . 







¡Pues lo hemos conseguido! Sin gluten, además, tiene mucho más mérito. El mix de almidones de Marisa Famalap, me ayuda como sustituto en prácticamente todas las recetas en las que se necesita un "preparado panificable", pues como he dicho en alguna ocasión, soy "anti-mixes comerciales". Por cierto, hablando de ingredientes, imprescindible para esta receta el azúcar perlado. Es imposible conseguir esta textura sin él.
Aquí os dejo la receta para que la disfrutéis tanto como nosotros.

INGREDIENTES (para 8-10 gofres): 


- 200 gr del mix de almidones (100g almidón de maíz, 50 g fécula de patata, 50g almidón mandioca dulce)
- 50 gr harina de arroz
- 110 gr de leche 
- 8 gr de levadura seca de panadería
- Puntita de la cuchara de goma xantana
- 1 huevo y 1 yema
- 5 gr de sal
- 1 sobre de azúcar avainillado
- 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 120 gr de azúcar perlado

PREPARACIÓN:  

En primer lugar batimos el huevo y la yema, con la leche y el azúcar avainillado. 
Mezclamos en un cuenco las harinas, la xantana, la levadura y la sal, y se lo añadimos a la mezcla de huevos.
Añadimos la mantequilla poco a poco hasta que quede integrada, y por último el azúcar perlado.
Hacemos una bola y dejamos reposar una media hora tapada con papel film.

Pasado ese tiempo, encendemos nuestra gofrera y pincelamos la superficie con mantequilla. Cuando esté caliente, ponemos una bola en el centro del espacio reservado para ello, y cerramos.

Lo ideal es que quede crujiente y doradito por fuera, y tierno por dentro. Este efecto se consigue con unos 5 ó 6 minutos de cocción. ¡¡Al masticar, el azúcar perlado hace que la textura sea inigualable!!  Es muy difícil encontrar un lugar donde hagan buenos gofres sin gluten (buenos o malos, es difícil). ¡¡Que los disfrutéis!!



*Foto de cabecera cedida por mi gran amiga Itziar, que supo darle ese punto de repostera profesional.¡¡Gracias!!


viernes, 22 de abril de 2016

PAN DE HAMBURGUESA


He reeditado la entrada original porque descubrí esta receta de Zuzana Durosková, a la que admiro fervientemente, y me gustó mucho más el resultado que se consigue. Desde entonces siempre hago así el pan de hamburguesa. Si bien la otra era una masa casi líquida, esta es firme y manejable, aunque un poco pegajosa (¡qué raro en las masas sin gluten, ¿verdad? ;) ) Hoy que es domingo y he tenido tiempo, he hecho unas cuantas fotos mientras la elaboraba para poder editar la entrada. Vamos allá.

INGREDIENTES (para 4-6 unidades, según el tamaño):


- 100 g de harina de arroz

- 30 g de copos de puré de patata (la marca Maggi es sin gluten)

- 20g de harina de trigo sarraceno

- 75 g de almidón de mandioca

- 75 g de almidón de maíz

- 20 g de sirope de ágave

- 3g de goma xantana

- 6g de sal

- 3 g de levadura seca

- 4 g de Psyllium

- 120 g de huevo (2 piezas aprox)

- 25 g de mantequilla

- 3 g de lecitina de soja

- 50 g de leche

- 150 g de agua

- Semillas crudas de sésamo para decorar.



Disolver la lecitina de soja en 50 g de agua, para conseguir un gel.

Pesar los líquidos (teniendo en cuenta que hay que descontar 50 g de agua), y reservando  también la mantequilla. Añadirle los sólidos y el gel.

Si levamos en frío, añadir al día siguiente la xantana disuelta en mantequilla. Si se hace el mismo día, añadir al final del amasado. Dejar levar una hora u hora y media a temperatura ambiente, alejado de corrientes de aire.
Formar las piezas. Para ello haremos "bolas" con las manos aceitadas y las pondremos sobre los moldes. Para que os hagáis una idea, mis "bolas" pesaban unos 135 g cada una. Me salieron 5. La última la horneé en una mini cocotte de hierro fundido.


Dejarlas leudar mientras se precalienta el horno o al menos una media hora. Si se ha dejado levar en frío, al menos una hora según la temperatura de la cocina, para que se atemperen. Deben leudar en un lugar cálido y húmedo, tapadas con papel film o un paño húmedo.

Pasado ese tiempo, pintarlas con huevo batido con una pizca de sal (para darles brillo) y espolvorear con unas semillas de sésamo. No habrán levado en exceso, pero será suficiente. El resto del levado lo harán en el horno. Si sobreleudan fuera, la receta será un fracaso.





El horneado dependerá del tamaño de las piezas.
Precalentamos el horno a 220ºC, calor abajo. Introduciremos los moldes y hornearemos a 210ºC, con vapor los primeros 10 minutos.
Después bajaremos la temperatura a 190ºC,  retirando el dispositivo que otorga vapor, y poniendo calor arriba y abajo.

Debemos intentar que la superficie de los panecillos no se seque, para que no se agriete y los panes queden más bonitos estéticamente hablando. Con el vapor inicial debería bastar. Si vemos que se seca en exceso, abriremos el horno y pulverizaremos un poquito la superficie de los panecillos.




El tiempo total de horneado será de entre 25 y 35 minutos, dependiendo del tamaño de las piezas. Los míos estuvieron 40 minutos. Ya sabéis que cada horno es un mundo, y quien mejor lo conoce es su dueño.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla, con un paño por encima para que no endurezcan.
El sabor y la textura son estupendos. Ahora sólo queda que esos grandes gourmets que hay dentro de cada uno de vosotros invente la mejor hamburguesa para rellenarlos. ¡Buen provecho!


martes, 5 de abril de 2016

MINI ROSQUILLAS DE JAMÓN Y QUESO





Estos mini donuts serán una sorpresa para tus invitados. Su textura suave y su sabor dejarán sin palabras a más de uno. Eso sí, lo ideal es tener la máquina para hacerlos. Yo la compré en el Lidl por poco menos de 6 euros, y lo más importante es que ahorra mucho tiempo, puesto que los "hornea" en tan sólo 3 minutos. Si no la tienes, utiliza un molde antiadherente para magdalenas o similar y mételos al horno. Supongo que el tiempo no variará mucho, pero realmente nunca los he hecho de ese modo. Pero todo es cuestión de probar... Para las medidas, utiliza un vaso de los de agua. No falla nunca.

INGREDIENTES:

1 vaso de harina de arroz
1/2 vaso de almidón de maíz
1/4 de vaso de azúcar
1 1/2 cucharada de café de levadura química, tipo Royal
1/2 cucharada de café de sal
100 g de mantequilla
1 huevo
1/2 vaso de leche a temperatura ambiente
1/2 vaso de queso rallado, del que se utiliza para la pizza
1/2 vaso de jamón serrano en trocitos.


PREPARACIÓN

Mezclar todos los ingredientes en un bol. La masa resultante será muy cremosa, imposible de manipular con las manos. Rellenar con ella los orificios de la máquina. Cerrar con cuidado y esperar 3 minutos. Sacar las rosquillas y dejar enfriar sobre papel absorbente.
Si no dispones de la máquina, puedes llenar unos moldes engrasados y meter al horno precalentado a 180 grados hasta que las rosquillas se doren.


viernes, 1 de abril de 2016

ROSQUILLAS DE PUEBLO







Con la repostería, los resultados sin gluten pueden llegar a ser tan espectaculares o más que con él. Eso mismo le pasa a estas rosquillas. La receta manchega, la de toda la vida en Semana Santa. La que hacía la abuela de mi marido, y su madre, y la madre de ésta.



INGREDIENTES:

- 400 g harina de arroz (aprox)
- 200 g almidón de maíz (aprox)
- 1/2 vaso de aceite de oliva.
- 1/2 vaso de leche.
- 1/2 vaso de azúcar.
- 3 huevos.
- 3 sobres azules de gasificante+ 3 sobres blancos (yo usé marca Vesubio que es la que venden en el pueblo, apta). La de Mercadona se llama Litines, y supongo que será apta también, pero no lo he comprobado.
- Ralladura de limón al gusto.
- Azúcar y canela para rebozar al final.






PREPARACIÓN:

- Batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla claree. Añadir el aceite, después la leche y la ralladura de limón.

- En un bol aparte, mezclar las harinas con los sobres de gasificante. Ir añadiendo poco a poco a la mezcla. Cuando sea imposible batir, mezclar con la mano. Las medidas de harina son orientativas. Debemos añadirla hasta que la masa quede suave y no se pegue a las manos, en mi caso utilicé la que marco en la receta,pero como dicen las abuelas "la harina que pida". Si se necesita más, es preferible echarle de arroz mejor que maizena, por cuestiones de textura.

- Dejar reposar la masa tapada con un paño húmedo durante unos 10 minutos.

- Untarse las manos con un poco de aceite. Coger un pedazo de masa,del tamaño de una nuez y darle forma redonda.

Dejar sobre la mesa aceitada.Repetir la operación con otro pedazo de masa y poner la bola encima de la anterior.


Hacer un agujero perforando la bola de arriba y la de abajo a la vez con el dedo índice aceitado, y agrandarlo con movimientos circulares (así se consigue la "rayita").



  También se pueden hacer sencillas, con una sola bola de masa, pero la abuela las hacía así.

- Freír en sartén honda con aceite caliente,pero no excesivamente.


 -  Dejar escurrir el exceso de aceite sobre papel absorbente.



-  Rebozar en una mezcla de azúcar y canela, al gusto...y a disfrutarlas!!






TEJAS DE ALMENDRA





La receta de hoy es de esas que se disfrutan en la cocina. Porque hay que trabajársela. No basta con meter la masa al horno y obtener un resultado. Tras el horneado, hay que darle forma. Un sabor delicioso, la caja no dura más de un día. Y luego resulta que no ha sido nadie...




INGREDIENTES:

- 4 claras de huevo.

- 150 g de azúcar.

- 20 g de almidón de maíz (Maizena).

- 150 g de almendra molida.

- Ralladura de un limón o una naranja.




Además, como utensilios vas a necesitar una espátula, un  rodillo de cocina o en su defecto un vaso de tubo.




PREPARACIÓN:




- Batir las claras con el azúcar hasta que espume. Añadir la ralladura. Después poco a poco el almidón de maíz y finalmente la almendra molida.




- Forrar una bandeja de horno con papel sulfurizado. Echar una cucharada de masa, expandiéndola un poco con movimientos circulares. Volver a repetir el proceso, separando bien las cucharadas para que no se unan durante la cocción.

- Hornear en horno precalentado a 170 durante unos 10 minutos. Deben dorarse por los bordes.

- Despegar una oblea con la espátula con cuidado de que no se rompa (lo fácil es que esto ocurra, pero no hay que desesperar, seguro que a la tercera oblea ya está controlado) y poner la oblea sobre un rodillo durante unos segundos aplastándola suavemente contra él, para que coja forma. En 5 ó 6 segundos ya puedes separarlo y coger la siguiente oblea. Enfría rapidísimo, por lo que hay q hacerlo con soltura.

Es divertido ver cómo la masa se transforma; primero, de líquido a oblea consistente, y después a teja crujiente. 

Estoy segura de que os gustará el resultado. ¡Os animo a que las probéis, no os defraudarán!


lunes, 14 de marzo de 2016

(MIS) TRUCOS PARA CONSEGUIR UN BUEN PAN

Conseguir un buen pan sin gluten no es tarea fácil. La ausencia de esa proteína, que les otorga a las masas elasticidad, frescura y mayor poder de conservación, pasa factura.
Llevo varios meses leyendo sin parar todos los consejos que nuestros blogueros especialistas dan sobre el tema. Hablo de blogs como "Caminar sin gluten", "Celíaco a los treinta", "Cocina fácil sin gluten", "Celiaquines"... Y muchos otros que me dejo en el tintero.
Las conclusiones que he sacado os las expongo a continuación. Deseo de todo corazón que os sirvan en esta ardua tarea que es la panificación sin gluten.

1. Leer muy bien la receta elegida. Debemos leerla para saber: qué ingredientes necesitamos, cuánto tiempo se tarda en su realización, qué menaje es el preciso...
2. Calcular muy bien los tiempos. A la suma del tiempo total debemos añadirle al menos otra hora.
El pan sin gluten no se caracteriza por amasados largos y tiempos de fermentación y levado infinitos. Sin embargo, los marcados en la receta deben respetarse al dedillo,e incluso alargarlos si es preciso porque no se consigue el resultado esperado. Si no dispones del tiempo que debes emplear, déjalo para otro momento, el resultado variará muchísimo. Si la masa debe doblar su volumen y consideras que aún no ha llegado a ese punto, déjala un poco más. Esa puede ser la diferencia entre una miga esponjosa y una seca como la suela de un zapato.
3. No sustituir los ingredientes, la primera vez que elabores la receta. Si te falta "un poquito" de alguno de ellos, déjalo para otro momento. Asegúrate de que tienes todos y cada uno de ellos en cantidad suficiente antes de comenzar. Después ya tendrás tiempo de cambiar esta u otra harina, añadir más aceite o incluso esa especia que te vuelve loco. Pero de momento queremos conseguir el resultado de esa fotografía que tanto nos ha llamado la atención. Si cambias algo, disminuyes las posibilidades de éxito.
3. Ten en tu despensa los básicos para un buen pan: almidones de patata y mandioca, varias harinas de las llamadas "proteicas" (garbanzo, teff, sarraceno), "sustitutos" del gluten (goma xantana, Psyllium...), agua con gas y gasificante en polvo (levadura tipo Royal, bicarbonato...). Los preparados comerciales están muy bien, pero mi objetivo es conseguir un buen pan sin ellos, sólo con ingredientes naturales. No obstante, en muchas ocasiones pueden sacarnos de un apuro.
4. El pan sin gluten necesita amasado, levado, formado y horneado exactamente igual que el pan con gluten. Es importante conocer todos los procesos de la planificación "normal" para hacer un buen pan sin gluten. 
5. En últimos experimentos se ha visto que si se añade la goma xantana al final del amasado, la masa adquiere más elasticidad que si se hace al principio.
6. Utiliza el Psyllium (cáscara de Plantago Ovata, de venta en herbolarios) para conseguir panes tiernos durante más tiempo. Si la receta no lo lleva, puedes añadir una cucharadita por cada 500 g de harina. Esta misma regla es aplicable también a la repostería sin gluten.
7. A la hora de formar las piezas (barras, panes, panecillos), será mucho más fácil manipularlas si te mojas las manos con agua o aceite.
8. Cuando hayas formado la pieza, alisa su superficie con las manos mojadas, hasta que quede lisa por completo. A diferencia de las masas con gluten, la superficie no se alisará por si sola, aunque duplique o triplique su volumen. Nunca se consigue esa textura sedosa de una masa glutanera. Tal como tú la dejes, así será su resultado final.
9. Tapa siempre la masa cuando la dejes levando. Intenta situarla en la zona más cálida de la casa, y sobre todo, evitando las corrientes de aire. Bajadas bruscas de temperatura pueden afectar seriamente al levado.
10. Precalienta el horno antes de introducir la pieza. El cambio de temperatura será la clave del éxito en conseguir un buen pan. Sé paciente y espera hasta que ese piloto se haya apagado. Precalienta siempre unos grados por encima de lo necesario para el horneado. Ten en cuenta que al abrir e introducir tu pan la temperatura del horno bajará unos grados.
11. Jamás abras la puerta del horno en los primeros minutos de cocción. El pan bajará y será un error imposible de solventar. Al menos debe llevar 30 minutos en el horno para poder realizar esta acción, ¡pero sólo si es necesario!
12. El pan horneado sin más tendrá una corteza blanda, como la de un pan de molde. Si quieres conseguir una corteza crujiente, debes aportarle humedad al horno en los primeros minutos de cocción. Esto se puede lograr de varias maneras:
- Pulveriza la superficie del pan antes de meterlo en el horno.
- Introduce una bandeja vacía en "el suelo" del horno cuando lo pongas a precalentar. Cuando alcance la temperatura e introduzcas el pan, echa con cuidado un vaso de agua sobre la bandeja y cierra rápidamente la puerta.
- La tercera es mi favorita, porque es la que mejor resultado da: coloca sobre esa bandeja del suelo del horno unas piedras volcánicas (las que se utilizan en algunas barbacoas). Cuando introduzcas el pan, añade un vaso de agua sobre ellas. Su poder para mantener la temperatura durante largo tiempo harán que el vapor sea más duradero, garantía de una corteza crujiente y sabrosa.
Cuando el pan lleve al menos 30 minutos, puedes abrirlo y retirar la bandeja del suelo con mucho cuidado. En ocasiones no es necesario, porque pasado ese tiempo el agua ya se ha evaporado, es muy raro que siga produciendo vapor. Puedes aprovechar para sacar el pan o panecillos del molde (en caso de haberlo utilizado), para que terminen de cocerse bien.
13. Cuando se hayan cumplido los tiempos de horneado, saca tu pan con cuidado de no quemarte. Dale la vuelta y aplica golpes secos sobre la parte de abajo, con los nudillos. El sonido debe ser "hueco". Si no lo notas así, vuelve a meter el pan en el horno y déjalo durante al menos 5 minutos más. Si la parte de arriba ya está suficientemente dorada, puedes ponerlo boca abajo, y cambiar para que el calor sólo salga por la parte de arriba del horno.
14. Cuando el pan esté listo (escuches ese sonido hueco) déjalo enfriar sobre una rejilla. Este paso es fundamental, el último, pero no por ello el menos importante. Dejar el pan enfriarse en el recipiente de horneado, o sobre la bandeja del horno, puede hacer que se humedezca y pierda por completo su textura, esa que tanto nos ha costado conseguir.

Si utilizas panificadora…

A la hora de añadir los ingredientes a la cubeta, SIEMPRE SE PONDRÁN PRIMERO 
LOS LÍQUIDOS. A continuación, los huevos. Por último, los ingredientes sólidos. La 
sal, en una de las esquinas de la cubeta. El azúcar, en la otra. La levadura es lo último 
que se añade. Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente.
Te recomiendo que retires las palas de amasado una vez que éste finalice. Tras el 
segundo amasado, la panificadora emitirá un pitido, destinado a la adicción a la masa de 
semillas, frutos secos, chocolate, etc… Pasados unos 5 minutos tras ese pitido (depende 
de la panificadora), el amasado finalizará. Ése es el momento ideal para retirar las palas. 
En un programa estándar, ésto ocurrirá cuando hayan pasado unos 45 minutos desde el 
comienzo del programa (15 min primer amasado+15 min primer levado+ 15-20 min del 
segundo amasado). Retira las palas y acomoda la masa en la cubeta, distribuyéndola y 
alisando su superficie con las manos mojadas o una espátula mojada también. 
Si no estás en casa, y estás haciendo un pan de manera rápida y automática, no sigas el 
siguiente consejo. Pero si estás, lo ideal es que apagues la panificadora tras el amasado 
y la retirada de las palas y dejes que la masa leve, hasta que doble su tamaño. A veces, 
en los programas predeterminados no es suficiente el tiempo de levado, que depende tanto de la temperatura y la humedad, y el pan no sube lo suficiente, quedando 
apelmazado. Mi panificadora dispone de un programa “home made”, que permite 
establecer los tiempos de cada proceso dentro del programa, pero soy consciente de que 
no todas son así. 
Tras finalizar el levado, pon en marcha el programa de horneado, y cuécelo sobre 1:20h. 
El pan sin gluten necesita tiempos de horneado más rápidos para conseguir una corteza 
dorada.
Tras finalizar el programa, la panificadora tiene por defecto un programa de “mantener 
caliente”. No es recomendable utilizarlo. El pan recién horneado, que recibe una bajada 
brusca de temperatura y se mantiene cerrado, comienza a humedecerse. He visto panes 
totalmente arruinados por no sacarlos a tiempo. Y lo que menos queremos es que 
nuestro trabajo de tantas horas se vaya al garete, ¿verdad?  

Supongo que este post está sin terminar, porque aún me queda mucho por aprender, e iré añadiendo cositas. Pero quería editarlo por si a alguien puede servirle de ayuda.

¡Nos vemos en el próximo!



sábado, 12 de marzo de 2016

BAGUETTES





(Editada el 19 de enero de 2019, con mejores fotografías y el paso a paso más desarrollado)

He esperado mucho para subir esta primera entrada. Desde que una de mis hijas es celíaca, hace siete meses, he probado a la desesperada una y otra vez recetas de pan de libros, blogs y demás, sin éxito. No era capaz de hacer nada parecido al pan "de verdad".
De repente me encuentro en una feria Gluten Free donde un señor llamado Juan Carlos elabora, con una facilidad pasmosa, una receta de una auténtica baguette. Y no sólo eso, la base es una harina que podemos encontrar en cualquier supermercado, a un precio muy asequible.
A mí, me ha cambiado la vida. Por supuesto que seguiré haciendo pruebas, añadiendo y quitando ingredientes, jugando con los espesantes y aglutinantes... Pero sabiendo que, aunque todo falle, al final podré elaborar un buen pan.

La receta es muy sencilla. Se trata, sobre todo, de no manipular la masa con las manos.Con lo cual la mayor dificultad ya la tenemos solventada.


INGREDIENTES:
 
- 450 g de almidón de maíz.
- 50 g de trigo sarraceno.
- 10 g de levadura química.
- 5 g de psyllium (cáscara de plantago ovata, imprescindible).
- 10 g de sal.
- 10 g de goma xantana.
- 450 g de agua.
- 10 g de aceite.
- 15 g de miel.
- 10 g de levadura seca.

PREPARACIÓN:

Pesamos en un bol los ingredientes secos y en otro los líquidos. Mezclamos justo en el momento de comenzar el amasado, de lo contrario la harina en contacto con el agua y sin moverse se vuelve muy dura y forma terrones que luego son imposibles de disolver. Amasamos durante unos 15 minutos. El aspecto es más o menos así:



Hacemos una bola con la masa. Como es bastante líquida, simplemente acercaremos los bordes hacia el centro del bol con ayuda de una rasqueta.




Tapamos con film transparente y dejamos reposar en el sitio más cálido de la casa. Dejaremos pasar una hora y media a temperatura ambiente o bien hacemos un levado en frío positivo (en frigorífico, a temperatura constante) durante toda la noche. La masa aumentará de tamaño, quizás no doble su volumen pero sí se notará que se ha gasificado.


Precalentamos el horno a 200ºC, colcocando en el suelo de éste una bandeja (si podéis haceros con unas piedras volcánicas, mejor que mejor).
Introducimos la masa en una manga pastelera, con boquilla lo más ancha posible (o cortar la bolsa sin boquilla, con un diámetro de unos 2 cm). Formamos barras sobre una baguetera (imprescindible para el éxito de la receta).


Podéis mojaros las manos y alisar las barras una vez formadas para que queden más bonitas. Pero tened en cuenta que si lo hacéis, aparecerán esas manchas blancas que véis en las baguettes ya horneadas.


Hacemos unos cortes (greñas) a las barras, introducimos en el horno a media altura (calor arriba y abajo) y echamos un vaso de agua sobre la bandeja de la parte de abajo.



Horneamos a 190-195ºC, durante 35 ó 40 minutos. Sacamos las barras de la baguetera y las ponemos directamente sobre la rejilla, otros 3-5 minutos. 






 ¡Y voilà! ¡Un pan estupendo! Sólo falta dejarlo enfriar sobre una rejilla para que la miga termine de hacerse. ¡Que lo disfrutéis!






P.D. : Prometo que mi segunda entrada hablará sobre todos esos truquitos que hacen que en vez de un pan, obtengamos "el mejor pan". ¡Hasta pronto!