El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

domingo, 27 de enero de 2019

EL MEJOR PAN DE HOGAZA







Si hay algo que un celíaco añora tras el diagnóstico es el pan. Hay pocos lugares donde se elabore un buen pan sin gluten a diario. Por esa razón, y porque a mi hija siempre le encantó comerlo, no me he detenido en la búsqueda del "mejor pan". Y esta deliciosa hogaza se acerca mucho al objetivo. En casa es nuestra favorita y la he elaborado varias veces para regalar. Siempre triunfa. ¡Mirad lo que hizo el pequeño Chema, temeroso de quedarse sin nada al compartirlo!


Las harinas proteicas pueden ser fácilmente sustituidas por otras, pero la verdad es que tal cual está estupendo. También los mejorantes pueden ser sustituidos, reflejo entre paréntesis las alternativas. No dejéis de hacerla, os aseguro que nunca falla y realmente es un lujo al alcance de todos.

INGREDIENTES:

- 250g de almidón de trigo (o almidón de maíz, o la mitad de cada uno)
- 150g de fécula de patata
- 50g de harina de avena
- 40g de harina de teff
- 10g de harina de quinoa
- 10g de miel
- 425g de agua.
- 20g de AOVE
- 15g de proteína de guisante (o albúmina, o simplemente clara de huevo)
- 10g de inulina (o Psyllium)
- 10g de  goma Xantana
- 10g de sal
- 5g de levadura química.
- 5g de levadura seca de panadería

PREPARACIÓN: 

Como en todas las recetas de pan, pesamos en un bol los líquidos y en otro los sólidos. Juntamos y amasamos durante al menos 15-20 minutos.
Hacemos una bola, ponemos en el bol, tapamos con film transparente y dejamos levar 1h-1:30h en un lugar cálido, sin corrientes de aire.
Desgasificamos, volvemos a bolear e introducimos en el banetton mientras el horno se calienta a máxima potencia. Vuelvo a compartir el breve vídeo del boleado de Ibán Yarza, pero es que me encanta que en menos de un minuto  el pan esté listo para introducir al banetton.
Las diferentes maneras de hornear según los utensilios de los que dispongamos quedan perfectamente explicados en mi anterior entrada de pan de hogaza. 
Justo antes de introducirlo en el horno, hacemos los cortes para que el greñado se produzca de manera uniforme.
Hornearemos a 225ºC los primeros 50 minutos, bajaremos la temperatura a 200ºC y hornearemos otros 15 minutos. (sacando del horno de cerámica o cocotte si es que estuviésemos utilizándola).
Transcurrido este tiempo, debemos golpear la parte de abajo del pan, y el sonido debe ser "hueco".
Si es así, sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Si aún no se consigue ese sonido, hornearemos de 5 en 5 minutos hasta que esté bien cocido.

El sabor es una maravilla... La presentación, ideal... Y los celíacos, ¡encantados de poderlo disfrutar!

Como repito siempre, ¡no dejéis de hacerlo!

¡Nos vemos en la próxima entrada, espero que sea pronto!












miércoles, 2 de enero de 2019

NEVADITOS


 


Navidad... Esa época del año en la que tenemos más tiempo para estar con la familia, hacer actividades diferentes y ¿cómo no? cocinar.
Estos nevaditos fueron un regalo para mi gran amiga Diana y su familia. Quise tener ese detalle con ellos y, como siempre, me lo agradecieron muchísimo. Tanto que quieren volver a comerlos pronto. Y aquí dejo la receta, especialmente para ellos. No los he visto en el mercado, que no digo que no existan, pero desde luego, fáciles de encontrar no son. En cambio, su realización no entraña ninguna dificultad. Y es un sabor que nos recuerda a épocas pasadas, a nuestra infancia, a Navidades que ya no volverán.

INGREDIENTES:

- 100g de manteca de cerdo
- 180g de harina de arroz
- 70g de almidón de maíz
- 20 ml de vino blanco
- 40 ml de zumo de naranja (o de vino blanco también)
- 50g de azúcar
- Una pizca de goma Xantana


Para la decoración utilizaremos azúcar glas.


ELABORACIÓN:

Mezclamos los ingredientes secos: harinas, azúcar, levadura y Xantana. Reservamos.
Batimos la manteca de cerdo que deberá estar a temperatura ambiente, y le añadimos el zumo de naranja y el vino blanco, poco a poco, en forma de hilo. Vais a ver que es casi imposible que se mezclen, pero debemos intentar que se integren.
Añadimos la mezcla de harinas y batimos hasta que la masa sea homogénea. Queda más o menos así:


Hacemos una bola con la masa y tapamos el bol con film transparente. Dejamos reposar en el frigorífico durante un mínimo de dos horas. Puede pasar un día completo sin problema.

Tras el reposo, tomamos porciones de masa y hacemos bolitas que aplastaremos hasta dejarlas con un centímetro de grosor, más o menos, y unos 4 centímetros de diámetro. Puede ser útil engrasarnos las manos con aceite de oliva para manejar mejor la masa, que es bastante pegajosa. La medida ya sabéis que va en gustos, yo os pongo por aqui la estándar. Ponemos las bolitas aplastadas en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.



Otra forma de hacerlos consiste en estirar la masa fría entre 2 papeles de horno hasta que tenga unos 2-3 cm (hay personas que los hacen de incluso 10 cm de altura) y a continuación cortar círculos, que pasaremos a la bandeja del horno. Quedan más vistosos estéticamente, todos iguales. 




Metemos la bandeja en el frigorífico mientras el horno se precalienta a 200ºC.
Introducimos la bandeja en el horno, bajamos la temperatura a 180°C  y horneamos durante aproximadamente 20 minutos. Sabremos que están listos cuando veamos un anillo dorado en su superficie.



Ya sabéis, transcurrido el tiempo de horneado, sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez fríos, rebozamos en azúcar glas (mucho mejor rebozar que espolvorear) ¡y listos!

Su interior es ligeramente hojaldrado, con ese sabor a manteca tan peculiar... ¡buenísimos!










martes, 1 de enero de 2019

PROFITEROLES O BOCADITOS DE NATA


¡El primer post del año!

La última noche del año se merecía un postre especial, diferente. Navegando por las redes descubrí esta propuesta de Celicius Gluten Free, y me atrajo muchísimo. Hacía años q no tomábamos algo parecido, y realmente nos encantó. La suavidad, la ligereza, ese delicioso sabor... ¡Tenéis q hacer esta receta! Porq además, a facilidad no le gana nadie. Surgió la idea en casa de mis padres, q no tenían manga pastelera, pero con una bolsa de congelación fue suficiente. La nata con una boquilla rizada hubiese quedado mucho más vistosa, ¡pero así tampoco lució mal!
Una masa choux q podéis utilizar también para hacer éclairs con nata, trufa, chocolate... ¡Una deliciosa manera de terminar el año, de empezarlo o de disfrutar en cualquier momento!

INGREDIENTES:

65g de leche entera
65g de agua
65g de mantequilla
2g de sal
50g de harina de arroz
20g de almidón de maíz
2 huevos M (unos 120g)

Para el relleno:

300ml de nata para montar
3 cucharadas de azúcar

Azúcar glas para espolvorear (me vi moliendo azúcar con una minipimer ¡pero funcionó!)

PREPARACIÓN:

Mezclamos las harinas en un bol y reservamos.
Ponemos al fuego el agua, la leche, la mantequilla y la sal. En cuanto hierva retiramos del fuego y añadimos la mezcla de harinas de una vez. Cuando esté homogénea, ponemos a fuego medio removiendo continuamente.


Teresa de Celicius dice q se debe crear una "costra" en el fondo del cazo, q es fundamental para q luego suban bien en el horno.
Retiramos del fuego y pasamos la mezcla a un bol. Dejamos templar unos 5 minutos. Mientras, batimos ligeramente los huevos. En este momento ponemos el horno a precalentar a 170°C.
Añadimos el huevo poco a poco, en 5 porciones más o menos. Es importante no añadir más cantidad hasta que no se haya integrado la anterior.
El aspecto final es más o menos así:

Pasamos la mezcla a una manga pastelera o bolsa de congelación y hacemos "montoncitos" sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.


Introducimos la bandeja en el horno a media altura, calor arriba y abajo.  Os animo a que os asoméis pasados unos minutos a la puerta del horno, es una maravilla ver cómo crecen, por una pura reacción de deshidratación junto con la mantequilla, sin necesidad de levadura.


Horneamos 20 minutos a esa temperatura, y a continuación, sin apagar el horno, abrimos una rendija para q salga la humedad y la masa se seque bien. La masa debe estar doradita en este punto. Si no es así, retrasamos este paso el tiempo necesario.
Tras 5 minutos apagamos el horno y abrimos la puerta totalmente, manteniendo la bandeja dentro 10 minutos más.


Pasamos a una rejilla hasta que se enfrien por completo.


Montamos mientras tanto la nata, que habremos mantenido bien fría. También me gusta tener en el congelador el bol en el que será montada. Añadimos el azúcar al final del proceso.
Cortamos los profiteroles por la mitad en horizontal, sin terminar el corte. Veremos q por dentro están huecos.


Rellenamos con una manga pastelera o bolsa de congelación con una esquinita cortada.
Espolvoreamos con azúcar glas, ¡¡y a disfrutar!!