El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

sábado, 20 de enero de 2018

GALLETAS DE JENGIBRE





No hay Navidad sin galletas de jengibre. Al menos no en casa. Amasar, cortar, hornear, y sobre todo decorar, es una tentación para los más pequeños. Ahora que esos días han pasado, recuerdo con cariño lo bien que lo pasamos haciéndolas, este año rodeadas de otros niños que también disfrutaron mucho esa mañana.
La receta está sacada de mi libro favorito, “Gluten Free baking for the Holidays”.  Con la fragilidad propia de las masas sin gluten, no tenía yo muchas esperanzas de conseguir dar forma y hornear unas galletas tan delicadas, sin grietas y sin que se resquebrajasen. Nada más lejos de la realidad: es una masa muy, muy manejable, similar a la masa que horneaba yo hacía unos años cuando no había restricciones en nuestra dieta.
Con niños recomiendo la decoración con los "lápices pasteleros" de Dr. Oetcker, por la facilidad de su utilización. No obstante, pongo más abajo una receta de glasa para manga pastelera, para los adultos más "apañados". También quedan muy bonitas con fondant, recortándolo con los mismos cortapastas utilizados para darles forma.

Preparados, listos...¡¡YA!!


INGREDIENTES(para una lata grande de galletas):

-    630g del mix compuesto por: *170g de harina de arroz integral
                                                     * 205g de harina de arroz 
                                                     * 165g de harina de arroz glutinoso 
                                                     * 120g de almidón de tapioca
                                                     * 2 cucharaditas de goma xantana

    - 1 cucharadita de sal
    - 1 cucharadita de bicarbonato sódico
    - 1 cucharadita de nuez moscada recién molida
    - 1 cucharada de jengibre molido
    - 225g de mantequilla sin sal
    - 200g de azúcar
    - 240 ml de miel de caña o melaza

PREPARACIÓN:

Mezclamos en un bol los ingredientes sólidos: harinas, sal, bicarbonato, nuez moscada y jengibre. Reservamos.
Derretimos la mantequilla y le añadimos el azúcar y la melaza. Mezclamos hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
Ponemos la mezcla de azúcar en el bol del robot, con el accesorio de mariposa. Añadimos poco a poco la mezcla de harinas . La masa debe ser suave y oleosa. 
Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film y la refrigeramos durante 1 hora aproximadamente.


Sacamos del frigorífico y estiramos la masa entre dos papeles de hornear. 


Dejamos reposar una media hora en la nevera, para que sea más fácil cortarla con los cortadores de galletas.
Precalentamos el horno a 210ºC, con calor arriba y abajo. 
Elegimos cortador, cortamos y colocamos en una bandeja. 



Volvemos a enfriar unos 15 minutos en la nevera, para que las formas queden más definidas.
Horneamos aproximadamente 10- 12 minutos, dependiendo del tamaño de las galletas. Si son muy grandes, necesitarán más tiempo (12-13 min). Sin son pequeñitas, un poquito menos (con 7-8 minutos sería suficiente). Sabremos que están horneadas cuando los bordes comiencen a dorarse.


Sacamos del horno y dejamos enfriar primero en la bandeja (estarán blanditas) y pasados unos minutos, en una rejilla. ¡A los diez minutos aproximadamente se pondrán duritas!


PARA LA GLASA

- 3 claras de huevo
- 450g de azúcar glas
- 1/2 cucharadita de cremor tártaro o unas gotitas de zumo de limón.
-   Colorantes al gusto

Batimos la clara a punto de nieve, añadimos el azúcar y las gotas de limón o el cremor tártaro y seguimos batiendo hasta conseguir una glasa firme. Si está muy blandita, añadir un poco más de azúcar, hasta conseguir la textura deseada. Si está demasiado dura, será preciso añadir unas gotitas de agua.
Dividir en tantos cuencos como colores tengamos (reservando uno también para el blanco) y aplicar el colorante.
Distribuir la glasa en mangas pasteleras con boquillas lo más finas posible para manejarlas bien (número 2 ó 3).

¡Y a decorar!


¡Que disfrutéis mucho horneando estas galletas!






jueves, 18 de enero de 2018

BOMBONES ESTILO FERRERO ROCHER



Con las Navidades recién finalizadas, con el regusto aún en boca de turrón, mazapanes y chocolates, quiero compartir con vosotros una receta que se ha convertido en un clásico en nuestra mesa de Navidad. Se trata de los bombones Ferrero Rocher, pero caseros y sin gluten.
Mi hija Almudena adoraba esos bombones. Podía comerse tres sin respirar siquiera. Y tras el diagnóstico, la decepción. Pero no hay nada imposible. Al menos, en este mundo singlu.
La receta la encontré en un libro de recetas navideñas, y aunque no era específicamente sin gluten, los ingredientes son muy fácilmente adaptables.
Espero que la disfrutéis al menos una décima parte de lo que la disfruta ella, tanto en su elaboración como en su degustación.

INGREDIENTES (para unos 20 bombones o "bombonacos" como los de la foto):

- 100g de barquillos de chocolate. Yo compro los "Quadritos" de la marca Schär.
- 175g de avellanas, tostadas y peladas. Recordad que son genéricas.
- 200g de Nutella. Imprescindible que sea de esa marca para el éxito de la receta.
- 250g de chocolate para cobertura. Ya sabéis cuál es mi favorito: de la marca "Torras". Con Nestlé postres también quedan muy ricos.
- 20-25 avellanas más.


PREPARACIÓN:

Trituramos los barquillos de chocolate. No es necesario que queden en textura "polvo", con que no haya trozos demasiado grandes es suficiente.
Trituramos los 175g de  avellanas, reservando las 25 enteras.
Mezclamos los barquillos molidos y las avellanas trituradas con la  Nutella y refrigeramos la masa durante al menos 2 horas, para poder formar las bolas sin dificultad.
Con la ayuda de una cucharilla, vamos cogiendo porciones de masa del tamaño de una nuez, le damos forma de bola y metemos en su interior una avellana entera, para después volver a darle forma redonda, dejando la avellana oculta en el centro. Repetimos hasta terminar con la masa. Si en algún momento del proceso la masa comienza a calentarse y se pega a las manos, dificultando la tarea de darle forma, metemos en el frigorífico durante unos 15 minutos y recuperará de nuevo su textura manejable.
Fundimos el chocolate para cobertura en microondas (tandas de 30 segundos) o al baño María (nos aseguramos de que no se quemará) y dejamos que se enfríe un poco.
Cuando esté tibio, sumergimos las bolitas y las dejamos secar sobre una rejilla. Es bueno escurrirlas mucho porque si la capa de chocolate es demasiado gruesa, se quedará pegada a la rejilla y se romperá al intentar despegarla.

Se conservan fenomenal en un recipiente hermético, en sitio fresco y seco.


Aquí os dejo la foto del clásico de preparación en Navidad: bombones, turrón tipo Suchard y rosquillas de pueblo. ¡Y a disfrutar de la cocina en familia! ¡FELIZ 2018!