El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

viernes, 29 de mayo de 2020

TARTA "DRIP CAKE" DE CHOCOLATE


Este año, para el cumpleaños de mi hija mayor quise hacer una tarta diferente. No sabía muy bien cuál hacer, pero tenía claro que debía ser de chocolate. Así que consultando mis libros de repostería e Internet, decidí que sería una "Drip cake". Es el nombre inglés con el que se designa a estas tartas que "chorrean". Y, como no, debía chorrear chocolate. Son tartas muy vistosas, de esas que entran por los ojos, pero además, tenía que estar rica. A juzgar por la carita y los comentarios de mis hijas, conseguí, no sin esfuerzo, ambas cosas.

Como no me gustan las cosas fáciles, decidí probar una versión de bizcocho muy distinta a las que hago normalmente. Se trata de un bizcocho que incluye entre sus ingredientes agua hirviendo. ¿Para qué? Pues la finalidad realmente no la sé, pero al ser un bizcocho taaan hidratado, el resultado es absolutamente esponjoso, húmedo, lo que le hace un bizcocho ideal para tartas. Supe documentándome que Nigella Lawson lo tiene entre sus recetas, así que ya no dudé. El resultado, espectacular. Un bizcocho con un intenso sabor a chocolate y una jugosidad indescriptible.
El relleno y cobertura es una buttercream de merengue suizo de chocolate. Una bomba calórica, en realidad. ¡Pero un sabor...! Que para un día bien merece la pena. Conseguir la textura adecuada es quizá la parte más complicada de la receta, pero si seguís los pasos tal y como los pongo, ¡es pan comido! 
Me costó tanto hacer esta tarta, que pensé que sería la última vez. Pero tras probarla y ver el impacto en mis hijas, creo que no podré resistirme. ¡Vamos a ello!

INGREDIENTES: 

Para el bizcocho: (para el tamaño de mi molde, yo utilicé el doble de ingredientes, hice dos recetas de bizcocho)

- 2 huevos M
- 75g de mantequilla derretida
- 250g de azúcar blanca
- 120g de harina de arroz
- 60g de almidón de maíz
- 2 cucharaditas de levadura química
- 60g de cacao puro en polvo sin azúcar
- 180 ml de leche
-150 ml de agua hirviendo 

Para la buttercream de merengue suizo: 

- 300g de azúcar glas
- 150g de clara de huevo (aprox. las claras de 4 huevos M)
- 450g de mantequilla sin sal, de buena calidad, cortada en trozos y a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de extacto de vainilla
- 100g de chocolate negro de cobertura fundido


 Para el almíbar de chocolate: 

- 150g de agua
- 150g de azúcar
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 1/2 cucharadita de cacao puro en polvo sin azúcar

Para la cobertura de chocolate:

- 200 g de chocolate negro de cobertura (tened preparado algo más, por si acaso)
- Virutas de chocolate, huevos Kinder Sorpresa, Kinder Schoco bons, Conguitos...


ELABORACIÓN:  

Primero de todo, elaboraremos el bizcocho. Tened en cuenta que lo llamativo de esta tarta es que tenga altura, y no tanto que tenga mucho diámetro. Yo no tengo (curiosamente) ningún molde de menos de 24cm, así que usé el mío de esa medida. Tuve para ello que hacer dos recetas iguales de bizcocho, para conseguir altura, y para darle aún más efecto, después recorté los bizcochos con un aro, para que la tarta fuese un poquito más pequeña y destacase más la altura. Los recortes están deliciosos para el desayuno o merienda, ¡no se tira nada!
Si tenéis moldes de 20 cm e incluso menos, podéis utilizar una sola receta de bizcocho, y repartirla entre dos moldes. 

La forma de hacer el bizcocho es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados. 
Tamizamos las harinas y el cacao y  lo mezclamos junto al azúcar y la levadura química. Agregamos entonces la mantequilla derretida y los huevos y mezclamos bien.


 El resultado es una mezcla con textura de arena mojada.


Añadimos entonces la leche y continuamos mezclando.
Mientras se homogeiniza, hervimos el agua en un cazo o hervidor. Se lo añadimos a la mezcla y batimos bien. 
Ojo en este caso, pues veréis que la masa se queda pegada a las paredes, y el robot solo bate el líquido que queda en el centro. Despegad bien la masa de las paredes con una espátula, de lo contrario no conseguiréis que sea homogénea y no se conseguirá un buen resultado. La masa parece chocolate a la taza, pero no tan denso. ¡Y tiene un aroma!
Veréis que la masa  es suuuper líquida. Tened en cuenta que si utilizáis un mode desmontable, deberéis poner un papel de horno entre la base y el aro, de lo contrario goteará y una parte caerá a la solera del horno. Si utilizáis uno cerrado, lógicamente no habrá problema.
Engrasamos nuestro molde e introducimos en la rejilla central del horno precalentado a 200ºC. Bajamos la temperatura a 180ºC tras introducirlo. Con estas cantidades, el bizcocho estará listo en unos 30 minutos (ya sabéis que cada horno tiene sus peculiaridades, vigilad bien la primera vez que lo hagáis).  Comprobad como siempre el grado de cocción, con un palillo que deberá salir limpio.
Este es su aspecto recién sacado del horno.  Dejamos enfriar sobre una rejilla, los primeros minutos dentro del molde, porque ya veréis que es un bizcocho muy frágil.



Os recomiendo que horneéis el bizcocho al menos un día antes del montaje de la tarta. Así os garantizaréis que esté bien asentado y frío. Lo ideal es hacerlo dos días antes, y montar la tarta justo el día anterior, para que se asienten los sabores.

Para preparar el almíbar, ponemos los ingredientes en un cazo a fuego medio-bajo, y esperamos a que hierva. Al cabo de unos 7-10 minutos, estará listo. Comprobamos con una cucharilla. Al dejar caer el líquido, deberá hacerlo más despacio de lo habitual. Lo llamamos el punto de "hebra floja". Dejamos enfriar.

Para preparar la buttercream de merengue suizo, necesitaréis un termómetro de cocina, aunque utilicéis claras pasteurizadas. Porque si os pasais de temperatura las claras se cuajarán y se estropeará la elaboración. Y si os quedáis cortos, no es seguro su consumo sin riesgo de contaminación alimentaria, en caso de que no sean pasteurizadas.
Para prepararlo, lo primero que debemos hacer es introducir el bol donde batiremos las claras en el frigorífico, por un mínimo de media hora.
Ponemos el azúcar y las claras de huevo en un recipiente al baño maría. Recordad que el agua no debe hervir ni tocar el recipiente pequeño que contiele la mezcla. Removemos con unas varillas.


Guiándonos por el termómetro de cocina, dejamos en el fuego hasta que alcance la temperatura de 60ºC, removiendo despacito continuamente. Las claras se cuajan a una temperatura superior a los 65ºC, así que permaneced atentos. 
 





Cuando la mezcla alcance los 60ºC, retiramos del fuego. Dejamos entonces enfriar la mezcla hasta los 45-50ºC, y en ese momento sacamos el bol de la nevera y comenzamos a montar las claras. Robot de cocina con potencia media-alta, unos 10 minutos.
Sabréis que están listas cuando la mezcla tenga un aspecto brillante y haga "picos duros", esto es, desafía la ley de la gravedad. Estarán pegadas al bol, y los picos aguantarán firmes en las varillas, aunque les demos la vuelta.


Cambiaremos las varillas por la mariposa. Añadimos el extracto de vainilla. Después, añadiremos la mantequilla. Lo haremos poco a poco, sin prisa, viendo cómo se integra en la mezcla. Puede ocurrir que a mitad de la mantequilla la mezcla tenga un aspecto como cortado. No es un problema. Seguid tal cual y veréis cómo vuelve a recuperar la textura inicial.


Por último, añadimos  el chocolate fundido y atemperado, poco a poco.


Id rescatando la mezcla que se queda pegada en las paredes, para que sea todo homogéneo.
Si no habéis seguido bien todos los pasos, incluyendo un correcto enfriado, puede ser que la mezcla sea más líquida de lo normal. No os preocupéis. Introducidla en la nevera durante una media hora y arreglado.

Llega la parte más difícil, el montaje de la tarta. Tened paciencia y afianzad todos los pasos.

Lo primero que hay que hacer, es recortar los bizcochos. Para ello, sabéis que yo uso una lira. Podéis ver la foto en la receta de la tarta Selva Negra. Dividimos cada bizcocho en dos partes, quitando además el "copete" en el caso de haberlo hecho. Hacedlo con cuidado porque es un bizcocho que se desmiga mucho. Quizá si se hiciese con trigo no sería tan frágil. También os digo que, aunque se rompa, no todo está perdido. Luego irá cubierto, y aunque el corte no sea espectacular, la apariencia y el sabor sí lo serán. Ánimo.


Comenzamos poniendo el almíbar en la primera capa de bizcocho, de forma generosa. A continación, cubrimos con una capa de buttercream. Tapamos con la segunda capa de bizcocho, que emborrachamos también, y volvemos a cubrir con buttercream. Yo utilizo uno de los aros para tartas para que todo mantenga la estructura. Para mí, se ha vuelto imprescindible. He de decir que en esta tarta, debido a su altura, no pude utilizarlo hasta el final.


Vamos poniendo y emborrachando las planchas de bizcocho en cada capa, y cubriendo con buttercream.

Por último, cubrimos toda la tarta con almíbar y después con la cobertura sobrante. No os preocupéis, os aseguro que llega de sobra.
Juro que hice fotos de la tarta con todas sus capas y ya recubierta. O quizá lo soñé, porque no están en mi teléfono

Introducimos la tarta en la nevera mientras derretimos el chocolate de cobertura. En la nevera, no en el congelador. Si hacéis esto, según echéis el chocolate por encima se endurecerá, y no conseguiréis los "chorretes". Lo digo por experiencia (sí, tuve la absurda idea de meter la tarta al congelador). 
Tened preparada bien a mano la decoración elegida, deberá incluirse mientras el chocolate esté aún caliente para que se quede pegada.

Ponemos el chocolate en una manga pastelera, y comenzamos a esparcirlo sobre la tarta, por encima y en los laterales, formando los típicos chorretones que veis en la fotografía. 
Por último, poned por encima la decoración y ...¡Voilà! ¡Tarta lista!

Siento no tener fotografías del final del proceso, estaba sola en la cocina para mantener la sorpresa y no podía echar el chocolate a la vez que hacía la fotografía... ¡Sobre todo porque quería que quedase bien!

No tengo una buena fotografía del corte, pero allá va la que tengo. Y digo que no es buena porque apenas se ve la última capa, que era tan gordita como las demas. Pero para que os hagáis una idea de cómo queda, creo que es suficiente.


No puedo decir que sea una tarta fácil, pero como digo siempre, ¡si yo he podido hacerla, cualquiera puede!¡Ánimo!