El otoño llegó, y aunque parecía que los días se volvían más fríos, estamos teniendo el inicio de octubre más cálido de la historia.
Auténticas delicias es lo que quiero crear para mi hija mayor, Almudena. Desde que fue diagnosticada de enfermedad celíaca he intentado cada día crear para ella un jardín con todas esas "celicias", aptas para ella. Y aquí comienzo este blog, a sus seis años, como un legado para su futuro. Espero que, además, pueda servir a otras muchas personas que, como yo, deben cambiar sus hábitos, su forma de cocinar y de comer, a causa de esta enfermedad.
El otoño llegó, y aunque parecía que los días se volvían más fríos, estamos teniendo el inicio de octubre más cálido de la historia.
He tardado mucho en subir esta receta, porque he querido hacer varias pruebas para ver cuál de ellas se acercaba más al baklava original. Finalmente me decanto por ésta, porque es la más fácil de hacer y porque la textura final es la que más me ha gustado.
He probado varias formas de hacer pasta filo. Desde una en la que se pincela una sartén con una masa líquida, hasta esta que os cuento hoy, que consiste en extenderla con un rodillo. Me he divertido mucho experimentando, y en casa les ha gustado probar las distintas versiones.
La receta que os dejo está hecha con pistacho. También he probado a hacerla con nueces ( relleno con 200g de nueces + 30g de azúcar), añadiendo al almíbar esencia de rosas en vez de agua de azahar (120g azúcar + 20g de miel + 70g de agua + 4 gotas de esencia de rosas). Hay tantas variaciones como hogares en Turquía. Atreveos a hacer la vuestra propia según vuestros gustos.
INGREDIENTES:
Estas galletas austríacas hicieron las delicias de mis hijas. Su suave sabor a cacao, unido al dulce del toffee crea un contraste magnífico.
La masa ya estirada debe estar muy fría para poder cortarla sin problema. No necesitáis un molde específico para este tipo de pastas, cualquiera que tengáis por casa puede servir. Incluso una tapa pequeña, de una botella por ejemplo, puede ser la sustituta ideal para conseguir el efecto.
Si alguna vez habéis viajado a Austria, las recordaréis porque están en cada escaparate acompañando a la Sachertorte o Tarta Sacher, una auténtica maravilla cuya receta tenéis aquí.
Originalmente el relleno de estas pastas es mermelada de varios sabores, pero las he querido probar con esta crema casera de caramelo. El resultado, un pecado.
He elaborado un vídeo para que veáis paso a paso cómo se hacen. Perdonad que no se ve el corte de las galletas, pensé que lo había grabado y no fue así.