El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

miércoles, 18 de agosto de 2021

MAGDALENAS CON PISTACHO Y CHOCOLATE BLANCO EN PANIFICADORA

 


En verano el tiempo nos sugiere no encender el horno. Sin embargo, el calor no impide que sigamos comiendo pan o tomando una magdalena con el café. En el caso de los celíacos, si no hornean, su alimentación con estos productos queda supeditada a los panes y repostería del super, caros y malos. Por eso hay que buscar alternativas. En nuestro caso, el obrador “La Celiacoteca”, que vende productos buenísimos, disfruta de sus merecidas vacaciones. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos damos una sesión de sauna o comemos con disgusto productos ultraprocesados, llenos de grasas y azúcares insanos?
Por suerte, alguien inventó la panificadora. En casa se usa como mínimo una vez a la semana, pero en verano la utilizo mucho más, porque en ella horneo el pan, bizcochos, magdalenas… Mentiría si dijese que es exactamente igual. Una panificadora raramente alcanza los 200ºC, y además no tiene resistencia superior, que ayuda mucho en la subida de las masas. Y eso que la mía tiene doble resistencia, que es un plus. Pero no se produce un choque térmico tan grande como el que se lleva a cabo en el horno. Eso sí, digo la verdad si afirmo que el sabor a “hecho en casa” sigue presente. Y con eso nos conformamos.
Estas magdalenas son un espectáculo. Hay mezclas en repostería que son una auténtica maravilla. El chocolate y la naranja, el jengibre y la canela… y esta mezcla de pistachos y chocolate blanco.
Así que cada verano saco mis accesorios y horneo sin calentar mi cocina y sin morir en el intento.

Además, acoplo otro soporte con más moldes, esta vez los típicos para flan, para aprovechar el calor de la panificadora y no tener que esperar a que se enfríen los anteriores. Pongo en la base un poco de papel de aluminio para que se sujeten bien. Si tenéis la suerte de tener una Zeroglu, sé que tiene moldes para chapata, que son planos, y no necesitaríais el papel de aluminio para que las flaneras se asienten bien.


 
De esta manera puedo hornear 8 magdalenas en una hora y poco. Porque si en el horno se tardan unos 15 minutos en hornear, en la panificadora necesitan el doble (recordad que no hay resistencia superior).

INGREDIENTES: (me salieron 8 magdalenas)

- 2 huevos
- 50 ml de aceite de girasol
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla o 1/2 sobre de azúcar vainillado
- 75g de azúcar
- 1/2 yogur de limón (65 ml)
- 100g de harina de arroz
- 50g de almidón de maíz
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de psyllium (para que duren tiernas más tiempo, prescindible)
- Puntita de cuchara de goma xantana (para que no se desmiguen demasiado, prescindible)
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- Un puñadito de pistachos pelados, si es posible que sean sin sal
- Un puñadito de perlitas de chocolate blanco

ELABORACIÓN:

Como siempre, comenzamos batiendo los huevos con el azúcar, si ponéis azúcar vainillado se pone aquí también. Añadimos el aceite poco a poco y batimos hasta que se integre bien. A continuación, añadimos el yogur y el aroma de vainilla.
Mezclamos en un bol las harinas junto con el psyllium, la xantana, la levadura, la sal y el jengibre, y vamos añadiéndolo poco a poco a nuestra mezcla inicial.
Vais a ver que la masa tiene cierto espesor, esto es muy importante a la hora de añadir ingredientes sólidos, porque si la masa es demasiado líquida y no los sostiene, se irán al fondo y arruinarán el resultado final.


Para finalizar, añadimos los pistachos pelados y el chocolate blanco. Integramos bien. Yo puse los pistachos partidos por la mitad.





Como veis, hice todo a mano. Y también podéis ver cómo los pistachos y el chocolate se ven en la superficie. La masa tiene un olor que quita el hipo. Y cuando comienza a hornearse es un auténtico deleite.

Metemos la masa al frigorífico durante al menos media hora. Tras 20 minutos ponemos a calentar la panificadora, en el programa de horneado, y llenamos los moldes con la mezcla. Yo espero 10 minutos antes de meter el primer soporte a la panificadora, para que esté bien caliente y conseguir en la medida de lo posible ese choque térmico del que os hablaba más arriba. Mi panificadora ya tiene más de 10 años, quizá con una nueva o más moderna consigáis mejores resultados.


Ponemos papel en los moldes y llenamos 2/3  de su capacidad. Introducimos en la panificadora.
Transcurridos los 15 minutos que tardarían en cocerse en el horno, las magdalenas tienen este aspecto: 


Las dejé otros 15 minutos, vigilando de vez en cuando, y las saqué cuando estaban doradas. Si las hacéis en el horno, precalentadlo a 200ºC y bajad a 170ºC cuando metáis el molde, calor arriba y abajo. En 15 minutos estarán listas.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.



 


¡Desayunaremos rico incluso en ola de calor! ¡Qué sabor, qué textura! ¡Hasta la próxima!










 








SÁNDWICH HELADO DE NATA

 


¡Hola de nuevo!
Al fin llegó el mes de agosto, y con él las vacaciones tan esperadas.
Días sin horarios fijos, con tiempo para hacer las cosas que más nos gustan, que quedan muchas veces relegadas a un segundo plano debido a la rutina y las prisas diarias.
El pasado invierno adquirí en las rebajas un molde destinado a elaborar sándwiches helados de nata, con la peculiaridad de que permite dejar sin galleta la mitad del helado, para poder bañarlo como más nos guste. Me pareció ideal, porque la oferta de sándwiches helados sin gluten es muy, muy escasa, y solo los venden en algunas grandes superficies, no en las que tenemos más cerca de casa. Así que lo compré sin pensarlo mucho. Después de estrenarlo puedo deciros que no me arrepiento en absoluto. Si tenéis ocasión no dudéis en comprarlo. Su precio ronda los 30€, yo lo compré por 15€ y ahora lo he visto a 10€. Merece mucho la pena.
Encontrar una galleta que se adaptase a ese molde era el primer problema. La oferta de galletas cuadradas es casi inexistente, y cortar una galleta sin gluten redonda sin que se rompa es una tarea imposible (¿alguien lo ha conseguido alguna vez?). Así que no me quedaba más opción que hornear mis propias galletas, en el mismo molde que es apto para horno, para asegurarme de que quedase perfecto. Decidí que serían de cacao, como las de algunos sándwiches que venden en el mercado.
En la foto podéis ver que la galleta quedó demasiado gruesa. A pesar de no llevar levadura, subieron mucho, es lo que tiene elaborar una receta por primera vez. Para la próxima ya lo sé. Hornearé una galleta finita, y el aspecto final será mucho más agradable a la vista y al paladar.

INGREDIENTES:

Para las galletas ( a mí me salieron 10 galletas, así que calculo que será para unas 20-22 galletas)
- 50g de azúcar glas
- 100g de harina de arroz
- 50g de almidón de maíz
- 1/2 cucharadita de Psyllium
- Puntita de cuchara de goma xantana
- 65g de mantequilla
- 15g de miel
- 10g de cacao en polvo
- 1/2 cucharadita de aroma de vainilla

Para el helado de nata (para 5 sándwiches)
- 125 ml de nata para montar 
- Azúcar al gusto

Para la cobertura (para 5 sándwiches)
- 80g de chocolate de cobertura (negro o con leche)
- 1 cucharadita de mantequilla o aceite de coco
- 1 puñadito de avellanas

ELABORACIÓN:

Comenzamos elaborando las galletas.
Para ello, batimos en un bol la mantequilla y el azúcar glas con unas varillas hasta conseguir una textura crema. 
Añadimos entonces la vainilla y la miel y seguimos batiendo.
Mezclamos aparte las harinas y el cacao junto con el Psyllium y la xantana.
Ponemos la mariposa en el robot y añadimos poco a poco la mezcla de harinas a la anterior preparación. 
La textura en este momento es similar a la arena mojada.


Comienza entonces el trabajo manual. Debemos hacer una bola, uniendo con nuestras manos esa textura que está tan dispersa.


Si no tenéis un molde como el mío, debéis estirar la masa con un rodillo entre dos hojas de papel de horno, hasta que tenga un grosor de 4 mm aproximadamente. Reservamos en la nevera durante una hora.
A continuación, simplemente cortamos las galletas al tamaño deseado y horneamos.

Yo lo que hice fue rellenar los huecos de mi molde con la masa.



Introducimos en el horno precalentado a 200ºC  y bajamos la temperatura a 190ºC, calor arriba y abajo. Tardan unos 10 minutos en hornearse.

Sacamos del horno, y del molde si lo tenemos, y dejamos enfriar sobre una rejilla.


¡Ya veréis qué galletas tan ricas!

Solo falta preparar el helado. Yo lo que hice fue simplemente montar un brick de nata con azúcar al gusto. Si queréis podéis mantecar después en una heladera, yo no lo vi necesario. Podéis ponerle mini perlitas de chocolate para crear un helado de straciatella. ¡O lo que se os ocurra!
Ponemos las galletas en el molde, quizá en un molde de plum cake se me ocurre que pudiese funcionar, con las galletas juntitas. 
Esparcimos por encima la nata y dejamos congelar durante un rato. Cuando esté semi congelado, ponemos encima la otra galleta. En mi caso no hizo falta esperar porque es un molde fabricado para ese fin.



Ponemos en el congelador hasta que se congele por completo, y en ese momento podremos bañarlos con la cobertura. Picamos unas almendras o avellanas y reservamos. En casa les gustan más las avellanas, porque junto con el chocolate les recuerda a la Nutella.



Fundimos el chocolate junto a la mantequilla o aceite de coco. Cuando esté bien fundido, añadimos las avellanas y bañamos los helados, con mucho cuidado. Debe ser un gesto rápido, para que ni el chocolate se enfríe, ni los helados se derritan.

¡Y listos para degustar! ¡Que ningún celíaco se quede con las ganas de un buen sandwich helado!