El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

sábado, 5 de marzo de 2022

GALLETAS TIPO OREO



Hoy se celebra el Día Mundial de las Galletas Oreo. No deja de sorprenderme, aunque últimamente hay un día para casi todo, que esta marca haya conseguido una mención así. Se trata de las galletas más famosas  y más vendidas del mundo. Aunque nacieron en 1.912, no fue hasta 1.995 que pudimos disfrutarlas en España. Pero desde entonces no han tenido parangón.
En realidad se trata de unas galletas únicas, una receta secreta muy bien guardada, un bocado delicioso pero muy industrial, con todos sus aditivos, conservantes y demás. Por eso había que conseguir una manera de hacerlas en casa.

Imitar las galletas Oreo no es fácil. Y si hablamos de hacerlas sin gluten, aún más complicado.
¡Pero imposible es lo que no se intenta! Hace años comencé a probar recetas, adaptándolas a las harinas sin gluten, hasta que llegué a LA RECETA.

Su autora se llama Stella Parks, y la receta está sacada y adaptada de su libro "BraveTart: Iconic American Desserts". Es un libro fascinante sobre repostería americana, con todos sus "pies", sus muffins... Incluso sus chocolatinas. Y ¿cómo no? No podian faltar las galletas Oreo. Os lo recomiendo muchísimo.

Hay 3 trucos que la autora refiere que son los que le dan el éxito a la receta: 

- El uso de cacao Holandés, que es un cacao de un negro intenso, como me gusta decir, "color Oreo".
 Hay varias marcas que lo comercializan sin gluten, fijaos bien si vais a comprarlo. No lo he visto en tiendas físicas, pero sí en tiendas de repostería online.
- El uso de un aroma de coco, la autora no sabe explicar bien el por qué, pero asemeja mucho el sabor a las originales. Yo no uso ese aroma normalmente, así que lo que hice fue sustituir una parte de la mantequilla por aceite de coco. El resultado es muy bueno, tal y como dice Stella no se trata de que sepan a coco, pero ese matiz ayuda a conseguir el sabor original.
- Clarificar la mantequilla para el relleno, esto es, quitarle el agua, hace que el relleno quede firme y rígido a temperatura ambiente.

Así que seguí todos sus consejos al pie de la letra. Y el resultado es mejor que bueno. Mi hija no celíaca dice curiosamente que no se parecen a las Oreo sin gluten del supermercado, sino a las Oreo originales. ¿Acaso puede ser mejor la crítica? Hace años que no pruebo una Oreo original, pero lo que os puedo asegurar es que la textura arenosa presente en todas las de imitación que he probado no está en las caseras.

La receta está en cups, pero he ido pesando los ingredientes para traducirlos a nuestros universales gramos.


INGREDIENTES: 

Para las galletas

- 100g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 100g de azúcar
- 55g de sirope dorado o sirope de maíz. Ambos son productos americanos. El segundo se encuentra fácilmente en El Corte Inglés, y está libre de gluten. Quizá se pueda sustituir por sirope de ágave o de arce, más a nuestro alcance, pero no he probado.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1g de sal
- 15g de aceite de coco
- 55g de almidón de tapioca
- 55g de almidón de maíz
- 55g de harina de arroz
- 3g de goma xantana
- 35g de cacao holandés, y otro poco para espolvorear

Para el relleno: 

- 170g de mantequilla sin sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
- 240g de azúcar glas.


ELABORACIÓN: 

Mezclamos las harinas junto con la xantana y el cacao y tamizamos. Reservamos.

Mezclamos la mantequilla junto con el azúcar, el sirope elegido, el bicarbonato, la sal y el aceite de coco.
Batimos bien hasta que la mezcla sea suave.
Añadimos entonces poco a poco la mezcla de harinas y cacao, y continuamos batiendo hasta que la masa sea bien homogénea. Al principio parecerá como arena de playa, pero si continuáis batiendo veréis que va tomando textura y se apelmaza.



Tomamos un poco de cacao con ayuda de un colador y espolvoreamos nuestra superficie de trabajo. 
No os preocupéis, mancha muchísimo porque es muy oscuro, pero se limpia muy fácil, solamente con un paño húmedo.

Colocamos nuestra masa y espolvoreamos más cacao por encima. Aplanamos con el rodillo.


Volvemos a espolvorear con más cacao y seguimos estirando la masa.
Espolvoreamos por tercera vez (sí, la autora insiste en que no tengamos miedo de usar demasiado cacao), aplanamos hasta que esté fina y cortamos con ayuda de lo que tengáis en casa. Yo utilicé una pieza de plastico que uso para fijar las boquillas grandes a la manga pastelera.


La autora le pasa un rodillo texturizador a su masa aplanada antes de cortar. Yo tengo un molde precisamente para galletas tipo sandwich que es ideal para estos menesteres. Así que corto a la medida del molde y voy colocando los discos de masa en cada hueco. Tiene 24 cavidades. Me salen exactamente 3 moldes, esto es, 36 galletas si las contamos ya enteras, con su relleno.


Si no tenéis este molde, poned los discos cortados, texturizados o no, sobre un papel de horno.
Intoducimos en el horno precalentado a 180ºC y bajamos la temperatura a 150ºC.  Tened cuidado, se hornean muy pronto. En 7 minutos están listas. Si no utilizáis molde, es posible que incluso antes. No dejéis el horno sin vigilancia la primera vez que las hagáis.

Sacamos del horno. Como todas las galletas, tras la cocción estarán blandas. Que no os engañe su textura, siempre es así. Pasados unos minutos veréis cómo endurecen. Dejamos enfriar unos 5 minutos sobre la bandeja (o en el molde) y a continuación pasamos a una rejilla. En este momento toda la casa huele ya a galletas Oreo.


Colocamos la mitad de las galletas boca abajo, para ser rellenadas. Esto es importante porque el relleno debe utilizarse nada más hecho, endurece bastante rápido. Así que es mejor tener todo preparado. Tranquilos, poco tiene que ver con los barquillos. Os dará tiempo a todo.

Para preparar el relleno, ponemos la mantequilla en un cazo a fuego medio. Veremos que comienza a hervir. 



Removemos y mantenemos al fuego hasta que veamos que deja de burbujear. Esto será señal de que se ha evaporado todo el agua. He pesado la mantequilla una vez finalizado el proceso y pesaba 30g menos, es decir, 140g. El resto era solamente agua.
Colamos sobre el bol del robot de cocina y añadimos el resto de los ingredientes: la vainilla, la sal y el azúcar glas. Batimos a velocidad lenta al principio, para terminar a velocidad rápida. Batimos durante aproximadamente 5 minutos. La masa debe tener una consistencia suave.


Introducimos en una manga pastelera con una boquilla grande.


Y ya solo nos queda ir poniendo una cantidad generosa de crema sobre cada mitad de galleta, e ir
tapando con la otra mitad.


Puede parecer un proceso largo, quizá costoso, pero no lo es para nada. Y la satisfacción de haber conseguido en casa una galleta tan icónica, y tan rica, no tiene precio.

Ni qué decir tiene la de recetas que se pueden hacer con las galletas Oreo. Os animo a probar la Cheesecake de Oreo y Chocolate blanco que tanto triunfa en casa. Pero simplemente mojadas en leche ya son una debilidad. No sé lo que durará en casa esta lata...



¡Feliz día Mundial de las Galletas Oreo!