El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

miércoles, 30 de agosto de 2017

CONSEJOS PARA ELABORAR MAGDALENAS





         Todos estos trucos han sido extraídos de blogs, libros y mi propia experiencia. 
        Ha sido clave, sobre todo, el libro "Magdalenas" de Xavier Barriga (totalmente                                    recomendable). También el blog de cocinafacilsingluten.blogspot.com, de Marisa,
        entre otros.

-      Las harinas utilizadas no deben tener un sabor fuerte, sino más bien suave.

-        Un huevo mediano pesa unos 60 gramos, de los cuales, unos 10g pertenecen a la cáscara, y unos 20g a la yema. Así que debemos contar que cada huevo pesa unos 50g, y cada clara, unos 30g.

-       El azúcar, además de endulzar, alarga la conservación de las magdalenas porque asimila gran cantidad de agua. Pero si se utiliza en exceso, provoca el efecto contrario: las masas se secan más rápidamente y absorben mucho color en el horno, y de ese modo pueden quedar crudas por dentro para evitar que se quemen. También puede ocurrir que se desborden, haciendo un “efecto volcán”, quedando la cápsula vacía.

-     El aceite de oliva de la receta no debe tener un sabor fuerte. Si de cualquier manera no te gusta el sabor del aceite de oliva, sustitúyelo sin problema por aceite de girasol, o bien mézclalo para conseguir un sabor que te resulte agradable. Utilizar aceite en lugar de mantequilla proporciona más volumen al producto final cuando se hacen magdalenas con harina de trigo, ya que las proteínas de la harina quedan mejor envueltas en la grasa y tienen más dificultad para formar el gluten. En nuestro caso, es cuestión de sabor: si prefieres la mantequilla, utilízala sin problemas. La red de gluten no se formará de ninguna manera.

-   La leche que normalmente se recomienda en las recetas es leche entera. Puedes cambiar por leche semidesnatada e incluso desnatada, y lo único que reducirás será el aporte de grasa, pero no cambiarás de manera significativa el resultado final. Tampoco lo harás si utilizas una leche vegetal, pero sí cambiará el sabor dependiendo de la leche que uses. No da el mismo sabor, por ejemplo, la soja que la almendra o el arroz.

-   Conviene mezclar la levadura con la harina cuando la tengamos pesada para asegurarnos de que se integra de manera uniforme en la masa. La reacción entre las dos sustancias contenidas en la levadura se produce con el calor y la humedad, y debe ser homogénea en toda la masa. Un exceso de levadura hará que la masa se desborde del molde, quede un vacío en la base y la masa quede cruda.
-    La sal, en la repostería, se utiliza como potenciador del sabor. Además, contribuye a que la masa esponje mejor cuando se cuece. También ayuda a la masa a adquirir un color tostado en el horno y a retener la humedad una vez cocida.
-      Añadir a la masa una cucharadita de psyllium mejorará su esponjosidad. La adición de una puntita de cuchara de goma xantana conseguirá que se desmiguen menos al cortarlas o morderlas. Ninguno de los dos es un ingrediente imprescindible, pero ambos son mejoradores  del resultado final.

-     Los aromas naturales, como ralladuras de cítricos, canela en polvo, nuez moscada rallada, vainilla, jengibre… se utilizan para darle a la masa sabores diferentes sin tener que variar la receta. Independientemente del sabor, utilizar la ralladura de un cítrico favorece el desarrollo de las magdalenas en el horno ya que hace descender el pH de la masa y ello trae consigo ese aumento de desarrollo y volumen del producto en el horno.

-        A la hora de que las magdalenas tengan “copete” es muy importante conseguir un gran contraste de temperatura. La masa debe haber pasado al menos una hora en la nevera, y el horno debe estar a la máxima temperatura. De esta manera, el copete está asegurado.

-      Puedes rellenar las magdalenas. En ese caso, a la hora de rellenar los moldes, echa sólo la masa hasta la mitad del molde, reparte un poco de relleno encima de cada uno y cúbrelo con más masa de magdalena. Ten en cuenta que las magdalenas rellenas tardan más en cocerse que las simples.
-   Si deseas decorar las magdalenas poniendo encima algún ingrediente, debes hacerlo tras añadir toda la masa en los moldes. Algunos ejemplos son azúcar, piñones, manzana, pepitas de chocolate…

-         Para saber si la cocción ha terminado, introduce un palillo en el centro de una de las magdalenas y observa cómo sale. Si el palillo sale limpio y seco es que tus magdalenas ya están hechas. Si por el contrario, sale húmedo y pegajoso quiere decir que todavía están crudas y debes dejarlas cocer unos minutos más. No examines su interior hasta que no lleven al menos 12 minutos en el horno.

-    Los moldes ideales para hornear magdalenas son los metálicos. Con los de silicona el reparto del calor no es uniforme, y no se forma tanto “copete”. En ningún caso las cuezas sólo en el papel: el desastre estaría asegurado.

-         Consérvalas en un recipiente cerrado y durarán tiernas unos 5 días.




MAGDALENAS DE LECHE CONDENSADA



Después de varios meses y un largo verano casi sin encender el horno, vuelvo a la carga, comprometiéndome a actualizar más asiduamente el blog. Tras esta entrada, publicaré otra que ya tengo elaborada sobre los "trucos para elaborar magdalenas", de mis talleres Delicioso y sin gluten.

La receta de hoy es una de las tradicionales, un éxito seguro. La dueña de esta maravilla es una de las blogueras  que más admiro, Su, de Webos fritos. Su libro "Magdalenas" es un imperdible, lo recomiendo fervientemente. Todas las recetas son muy fácilmente adaptables al mundo singlu.
Éstas tienen una ventaja con respecto a otras que yo he elaborado: no necesitan reposo en frío para conseguir el tan ansiado "copete".
Vamos a ello:

INGREDIENTES:

- 3 huevos.
- 60 g de azúcar.
- Una pizca de sal.
- 75 g de aceite de oliva virgen extra.
- 100 g de leche condensada.
- 180 g de harina de arroz.
- 45 g de almidón de maíz.
- 10 g de levadura química.

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a  220ºC.

Batimos en un bol los huevos con el azúcar y la sal, con varillas, durante 5 minutos.
Bajamos la velocidad del robot y, sin dejar de batir, añadimos el aceite y la leche condensada.

Tamizamos a parte las harinas con la levadura química y se las vamos añadiendo a la mezcla poco a poco, sin batir en exceso, para no eliminar el aire conseguido al batir los huevos.

Verter en las cápsulas, colocadas en un molde metálico preferentemente. Mi madre me ha regalado por mi cumpleaños uno de excelente calidad, de la marca Le Creuset.  El resultado tras su uso es inmejorable. ¡Gracias mami!

Bajamos la temperatura del horno a 200ºC y horneamos unos 14-15 minutos.
¡Ojo! No se te ocurra abrir el horno durante los primeros 12 minutos ¡o el copete desaparecerá! Si ves que se están dorando en exceso, baja la temperatura a 180ºC los últimos minutos.
Dejar enfriar las magdalenas sobre una rejilla. ¡Y a disfrutar!

¡Hasta la próxima!