El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

jueves, 17 de diciembre de 2020

SPECULAAS




Las Speculaas holandesas, también llamadas Speculoos en Bélgica y Spekulatius en Alemania, son unas galletas típicamente navideñas, en concreto de la fiesta de San Nicolás del día 6 de diciembre. Se trata de unas galletas muy especiadas, de color oscuro y que precisan para su realización de un molde de madera especial. Si nunca las has probado, es muy difícil describir su sabor. Lo más parecido que tenemos a nuestro alcance son las galletas Lotus. ¿Puedes hacerte una idea? 
La casa se impregna con este aroma propio de la Navidad, y las niñas disfrutan eligiendo los moldes y creando sus formas. Yo tengo varios moldes que compré en Holanda durante los meses que vivimos allí, y por culpa del maldito gluten no he podido volver a utilizarlos, puesto que la madera es porosa y siempre habría trazas. Me da mucha pena porque algunos tienen años y años de tradición, los compré en un mercadillo de antigüedades de un pueblito precioso llamado Leiden. Las mujeres que me los vendieron, ya entradas en años, me decían que pertenecieron a una tía de su madre. Jamás comprendí cómo quisieron deshacerse de ellos, supongo que el destino quiso que se viniesen conmigo a España. Así que ahora decoran mi pasillo junto a mis moldes favoritos. ¡¡Son unos cuadros magníficos!! 
Por suerte mi amiga Magdalena pudo traerme moldes nuevos de Holanda, acompañados de su eterna sonrisa, y supo elegir los más bonitos. Bea y Manu también se molestaron en comprarme algunos en su viaje navideño a Alsacia, y completé mi colección con unos que compré en Friburgo, en una tienda de la que me habría traído todos. 
Recientemente he adquirido uno belga, así que ya puedo decir que nuestras galletas son surtidas. Los más típicos son los moldes de molinos y los de San Nicolás. 
Vamos con la receta que yo cuando me pongo a hablar... ¡no paro! 

INGREDIENTES:

Para elaborar esta receta se hace un mix compuesto de:
- 170g de harina de arroz integral
- 205g de harina de arroz
- 165g de harina de arroz glutinoso
- 120g de almidón de tapioca
- 2 cucharaditas de goma xantana

Es un mix que utiliza mi libro favorito de repostería navideña sin gluten, del que creo que ya he hablado en alguna ocasión. 

Además, vamos a necesitar una mezcla de especias, que no he sido capaz de encontrar sin trazas, así que la elaboro yo misma, según el libro. Con ella realizo también el bizcocho de speculaas. 

- 4 cucharaditas de canela molida
- 1 cucharadita de clavo molido 
- 1 cucharadita de macis molido (cáscara seca de la nuez moscada, con un intenso aroma, y que nada tiene que ver con el interior) 
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- 1 pizca de pimienta molida, negra o blanca
- 1 pizca de cardamomo molido
- 1 pizca de semillas de cilantro molidas
- 1 pizca de nuez moscada molida. 

¿Os podéis imaginar la intensidad de su sabor...? 

Ahora sí, vamos con los ingredientes propios de la receta:

- 420g del mix de harinas
- 3 cucharaditas y media de la mezcla de especias (Speculaaskruiden en holandés) 
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de levadura química. 
- 170g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente. 
- 320g de azúcar de caña
- 1 huevo XL a temperatura ambiente
- Almidón de tapioca para espolvorear. 

ELABORACIÓN:

Mezclamos en un bol las harinas junto con la mezcla de especias, sal y levadura química. Reservamos.
En otro bol más grande, batimos la mantequilla junto con el azúcar de caña hasta que la mezcla sea homogénea. Añadimos el huevo y batimos hasta que se integre bien. Añadimos entonces la mezcla de harinas y mezclamos bien hasta que quede una masa suave, con cierta rigidez pero flexible.
Dividimos la masa en dos partes, haciendo dos bolas que aplanaremos con la mano, dándoles forma de disco y las envolvemos en papel film. Refrigeramos de 30 a 60 minutos, para que se integren bien los sabores y la masa se relaje tras el amasado.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Forramos dos bandejas de horno con papel vegetal.
Ahora viene lo más divertido, utilizar los moldes de madera.
Para ello, tenemos que pincelar bien los moldes con almidón de tapioca antes de utilizarlos.


Sacamos del frigorífico uno de los dos discos de masa. Lo ponemos entre dos papeles de hornear y aplanaremos con el rodillo hasta que tenga un grosor de unos 6 mm.


Despegamos la parte superior del papel de horno.


Ponemos el molde sobre un lado de la masa y apretamos suave pero firmemente. Debemos estar seguros de que el dibujo se ha imprimido en la masa, así que la fuerza dependerá del grosor del dibujo de nuestro molde. Yo tengo uno de Cascanueces que es muy, pero que muy profundo, así que ni siquiera me llega con el alisado de la masa a 6mm. Eso sí, queda precioso.


Levantamos el mode de la masa y ya solo queda cortarlo por el borde con un cuchillo o un cortador para galletas, según el modelo.
Usando una espátula, pon tu galleta recién formada sobre una de las bandejas que preparaste con papel de horno. Asegúrate de que dejas al menos 2.5 cm de distancia entre una y otra galleta.


Utiliza solo un molde cada vez, porque la masa se mueve cuando aprietas, y si intentas hacer más de uno, los que ya están impresos se distorsionarán.

Repite el proceso hasta que utilices toda la masa, y entonces saca la segunda mitad del frigorífico y comienza de nuevo.

Introduce la bandeja en el horno y baja la temperatura a 180ºC. Hornea hasta que los bordes de las galletas se empiecen a dorar, esto tardará entre 12 y 15 minutos, dependiendo de tu horno.
Sácalas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. 




Aguantan hasta 7 días si las metes en una caja metálica. ¡Pero te aseguro que no durarán tanto!



No perdáis la oportunidad de hacer estas estupendas galletas, que además son ideales para regalar en las fechas navideñas. En Amazon encontraréis moldes baratos. ¡Recordad que tienen que ser nuevos!





martes, 8 de diciembre de 2020

GALLETAS DANESAS CON PISTOLA

 


Las galletas de mantequilla son muy fáciles de hacer y quedan muy ricas. Ya sea con moldes cortadores o sellos, la apariencia queda muy vistosa. Hoy os traigo otra receta de galletas de mantequilla, las típicas danesas de la caja azul de toda la vida. Para elaborarlas se necesita una pistola, un accesorio muy fácil de conseguir a un precio razonable. 

Como veis, dispone de varios discos con los que obtendremos formas diferentes. Su uso es muy fácil, y si seguís mis indicaciones al pie de la letra, os quedarán tan bonitas como las de la foto. La caja es una que compré a propósito para llenarla de galletas sin gluten, porque me encantó. ¿Verdad que es preciosa? La receta es de Kanela y limón, adaptada a las harinas sin gluten. La presentación es tan bonita que bien puede ser digna de un regalo para una persona que te importe mucho. Te puede parecer que lleva demasiada cantidad de harina y tentarte a hacer la mitad. Créeme, merece mucho la pena hacer la receta entera. Se tarda muy poco y además, podrás compartir, que eso siempre es muy agradecido cuando se trata de repostería sin gluten.

INGREDIENTES: (para dos cajas como las de la foto, aproximadamente)

- 340g de mantequilla de calidad a temperatura ambiente
- 240g de azúcar
- 2 cucharadas de leche
- 1 cucharada de esencia de vainilla o una vaina de vainilla
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de levadura química
- 350g de harina de arroz
- 175g de almidón de maíz
-  2g de goma xantana.

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo. Pesamos y tamizamos las harinas junto con la xantana y le añadimos la levadura química. Reservamos.
Batimos la mantequilla junto con el azúcar con ayuda de unas varillas, hasta que la mezcla sea blanquecina y cremosa. Añadimos entonces la leche y la esencia de vainilla o el interior de la vaina y mezclamos hasta que se integren.
Por último agregamos el huevo, y cambiamos las varillas por la mariposa del robot.
Esta es la apariencia de la mezcla en este paso:


Comenzamos a añadir la mezcla de harinas y levadura, con el robot en marcha lenta o bien incorporando con una espátula. Cuando la masa sea homogénea, tendremos nuestra mezcla lista.


Es una masa que no necesita reposo. Lo siguiente que tenemos que hacer es llenar nuestra pistola. 


Elegimos el disco con el que comenzaremos y se lo pondremos a la pistola, cerrándola.


Ahora estará lista para usarse. Con esa masa, podremos llenar la pistola 5 ó 6 veces. Pero ya veréis, si tenéis al menos 2 bandejas de horno, lo rápido que se hacen. Y si tenéis más de 2 bandejas, más rápido aún.
Apretad varias veces el gatillo hasta que veáis que sale masa por los orificios. Cuando sea así, estará lista para usarse.
Simplemente tenéis que apoyar la pistola DIRECTAMENTE SOBRE LA BANDEJA DEL HORNO, SIN ENGRASAR NI PONER PAPEL ENCIMA. Si hay grasa, la masa resbalará y no se despegará de la pistola. En cambio, con la bandeja “desnuda” saldrán perfectas. Apoyad la pistola y disparad una vez.
Levantad, volved a apoyarla a unos centímetros de la galleta anterior, y volved a disparar. Y así sucesivamente hasta que se termine la masa de la pistola o hasta que hayamos llenado la bandeja. O bien, hasta que nos apetezca cambiar de disco. Dejad un espacio entre galleta y galleta, porque vais a ver que en el horno crecen bastante. Perdonad las fotos, las hizo mi hija y la fotografía no es lo suyo. Las pongo en cualquier caso para que os hagáis una idea de cómo es el proceso y del tamaño.


Es muy sencillo, como un juego de niños. De hecho, a ellos les encanta. Podéis poner sobre las galletas ya formadas lo que más os guste: azúcar perlado, gotas de chocolate, frutos secos, mermelada, Lacasitos... 


Introducimos en el horno precalentado a media altura, y bajamos la temperatura a 170ºC. Tardarán aproximadamente 10-11 minutos en estar listas, dependiendo de nuestro horno. Sabremos que están bien horneadas cuando los bordes comiencen a dorarse. Entre un borde dorado y una galleta quemada hay apenas un par de minutos, así que permaneced atentos, al menos en las primeras bandejas que horneéis.


Es maravilloso verlas crecer en el horno y admirar cómo la forma que hemos elegido se va modelando poco a poco...

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Y ya tenéis vuestras galletas. En cuanto estén frías, metedlas en una lata. Si es redonda, quedará mucho mejor estéticamente. Os recomiendo que utilicéis unas cápsulas de magdalena para separar los distintos modelos de galleta, y para ordenarlas dentro de la caja, aunque fuesen todas iguales.


Si no tenéis pistola, quizá estas Navidades sean el momento de haceros con una. Si has leído hasta aquí, eso significa que te ha gustado la receta. ¡No lo pienses más, te van a encantar! Además, es un precioso regalo que cualquier persona, celíaca o no, te va a agradecer, porque realmente quedan muy vistosas y muy ricas. ¡Son fáciles y baratas!
Nos vemos en la próxima entrada, tengo varias pendientes de subir. A ver si saco tiempo. Hasta entonces... ¡sé feliz!