El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

sábado, 8 de junio de 2019

FOCACCIA AL ROMERO Y ACEITE DE OLIVA




¡Oh, la bella Italia! ¡Sus sabores tan mediterráneos, el aceite de oliva, sus hierbas aromáticas...! ¿Quién puede no resistirse a una deliciosa focaccia? 
La mezcla de romero y aceite de oliva, confundirá a cualquier paladar, que no creerá que esté hecha sin gluten, ¡os lo aseguro!
Si queréis darle un aire diferente a una cena, si tenéis invitados y queréis sorprender...¡no dejéis de hacerla!
La receta es del blog "feliz sin gluten", y en cuanto la vi supe que sería un éxito. ¡Y así fue! Vamos con ella. 

INGREDIENTES:

- 145g de harina de arroz
- 70g de almidón de maíz
- 35g de almidón de mandioca
- 15g de azúcar
- 3g de sal
- 4g de goma Xantana
- 12g de levadura seca de panadería
- 300g de patata cruda triturada
- 150g de claras de huevo
- 50g de aceite de oliva
- 10g de zumo de limón

Para hacer el aderezo más sencillo, solo necesitaremos:

- 3g de sal gorda
- 10g de aceite de oliva
- romero al gusto

PREPARACIÓN: 


Mezclamos la patata triturada con las claras de huevo y el zumo de limón.
Añadimos la levadura y el aceite y mezclamos bien.
Pesamos en un bol los ingredientes secos. Se los añadimos al bol anterior y comenzamos a mezclar. Es una masa blanda que estará lista en tan sólo un par de minutos.


Colocamos una hoja de papel vegetal sobre la bandeja de horno y vertemos toda la mezcla encima.
Después, con la ayuda de una espátula mojada, a repartimos homogéneamente para que tenga el mismo grosor en toda la bandeja. Esta es quizá la parte más complicada de la receta.



La tapamos con papel film y la dejamos levar en un lugar cálido de 30 a 45 minutos, o hasta que doble su volumen.
Ahora es el momento de añadirle los ingredientes que le darán el toque final: echamos los 10g de aceite de oliva por encima y con los dedos los repartimos bien por toda la superficie.
Después hundimos los dedos por toda la masa formando agujeros. Esto hará que la masa se baje un poco, pero no os preocupéis, volverá a subir. Añadimos la sal gorda y el romero y la volvemos a tapar.
Dejamos fermentar mientras se precalienta el horno a 250ºC.


Metemos la bandeja y horneamos a 225ºC durante 25-30min. Veréis que esta focaccia se oscurece bastante. No os preocupéis. No está quemada. Debido a los azúcares simples que contiene el almidón de la patata triturada, hay un mayor desarrollo de colores pardos. Si la queréis más clara, podéis hornearla a menor temperatura durante más tiempo. También podéis tapar con un poco de papel de aluminio cuando haya adquirido el color deseado, hasta que termine la cocción.


Sacamos del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla.





Está deliciosa como acompañamiento de prácticamente todo, porque no deja de ser una masa de pan. Los italianos le ponen por encima todo lo que se les ocurre: rúcula y jamón serrano, salmón y queso, tomates cherry y más aceite de oliva...

En casa es un clásico en estas noches de verano en las que la cena en el patio es el mejor momento del día.
¡Porque ser celíaco no significa tener que renunciar a estos placeres que nos da la cocina! ¡Hasta la próxima!










jueves, 6 de junio de 2019

TARTA SACHER



¿Tenéis a la vista un evento, una celebración especial, un cumpleaños? ¡Ésta es vuestra tarta! Sin duda triunfaréis con ella, nadie creerá que la habéis hecho vosotros, y mucho menos que es sin gluten. ¡El acabado es de pastelería!
La decoración la dejo a gusto de cada uno. La original austríaca lleva unas simples letras escritas con chocolate negro. Por eso precisamente he elaborado esta tarta, porque es austríaca. Estas vacaciones visitaremos la zona del Tirol y sé que Almudena verá tartas de éstas por todos los escaparates... Y no podrá probar ninguna. ¡Pero como ya tuvo la suya, lo llevará de otra manera...!
Lo primero que tenéis que saber es que este pastel necesita 3 elaboraciones: el bizcocho, la ganache de chocolate y la cobertura espejo. Pero de verdad que ninguna de las tres reviste dificultad alguna. Yo las hice en mi robot de cocina y más fácil aún. Pero al fuego se pueden hacer igual, ¡removiendo continuamente, eso sí! 
Por la humedad de este bizcocho, no necesita ser emborrachada, lo que nos ahorra un paso. Pero como yo no me fiaba, la emborraché sólo por fuera, una vez montadas las capas. Y creo que fue lo mejor que hice, porque por ninguna parte quedó seca. Si hay algo que me fastidia es hacer una tarta y que parezca un bizcocho.
La receta es una adaptación de la del blog  "juanideanasevilla".
¿A que estáis deseando ver la receta? ¡Pues no me enrollo más, vamos allá!

(Edito a 28/06/2019: voy a publicar en cursiva la forma de hacerla en Thermomix o similar, que seguro que le sirve de ayuda a algunas personas)

INGREDIENTES:

Para el bizcocho: 

- 4 huevos tamaño L.
- 210g de azúcar.
- 250g de leche.
- 220g de aceite de girasol.
- 150g de chocolate en polvo a la taza (ojo, ¡no cacao puro!) Yo usé Valor.
- 200g de almendra molida.
- 75g de harina de arroz.
- 25g de almidón de maíz.
- 14 g de levadura química (o un sobre).
- Una pizca de sal.
- 5g de Psyllium.
- Puntita de cuchillo de goma Xantana.

Para la ganache de chocolate: 

- 150g de chocolate negro con una proporción mínima del 70%
- 240g de nata para montar
- 25g de miel
- 50g de mantequilla

Para el glaseado espejo:

- 5 láminas de gelatina (yo usé Hacendado)
- 120g de nata para montar
- 170g de agua
- 130g de azúcar
- 75g de cacao puro en polvo 

Si queréis emborracharlo con un almíbar:

-100g de azúcar
- 100g de agua
- 1 cucharadita de zumo de limón

Además necesitaréis un bote de mermelada de albaricoque o fresa para rellenar una de las capas, y chocolate blanco para la decoración.

PREPARACIÓN:  

Lo primero es decir que sin duda es mejor preparar la tarta el día antes, porque los sabores cogen fuerza y está mucho más rica. Esto sirve para cualquier tarta.
Comenzamos, como siempre, batiendo los huevos con el azúcar, hasta que blanqueen. (4 min, 37º,vel.4. Otros 4 min. sin Tª vel. 4)
Añadimos entonces el aceite y después la leche. Por último añadimos las harinas y aditivos y la sal.
Batimos bien todo hasta que la masa sea homogénea. (20 seg. vel 6) No os sorprendáis si la véis muy líquida. Es así. Quizás esa sea la clave de que quede tan esponjoso.

Vamos a necesitar un molde redondo, mucho mejor si es desmontable. Yo tengo uno de la marca Kitchen Aid de 24 cm que fue perfecto para esta tarta. El vuestro, para estas cantidades, debería ser entre 22 y 24 cm. 
Engrasamos el molde y vertemos en él la mezcla,e introducimos en el horno precalentado a 200ºC. Bajamos la temperatura a 180ºC al introducir el molde. En mi horno estaba listo a los 40 minutos. Comprobad, como siempre, que está hecho pinchando el bizcocho.
Dejamos enfriar sobre una rejilla. 



Podemos entonces hacer el almíbar, poniendo al fuego el azúcar, el agua y el zumo de limón. (100ºC, vel 1, 7 min) Podéis añadirle sabor si queréis: cacao, un licor... Yo no quise que el almíbar le quitara protagonismo al chocolate y no le añadí nada. Retiramos al cabo de 5-7 minutos. Veréis que el almíbar está en punto "de hebra floja". Cae de la cuchara un poco más lentamente que si estuviese líquido total, pero no podemos decir que haya espesado aún. Dejamos enfriar por completo.


Para realizar la ganache, debemos fundir en un cazo al baño maría el chocolate negro troceado junto a la nata, miel y mantequilla. (3 min, 50º, vel. 2) Cuando esté bien fundido, dejamos enfriar casi por completo. Tendrá una textura más espesa que una leche condensada.


Cortamos el bizcocho en 3 partes, si tenemos una lira sería lo ideal, para que el corte sea perfecto. Podemos hacerlo con cuidado con un cuchillo.

Rellenamos una de las capas con la mermelada. Yo utilicé de fresa. La receta original la lleva de albaricoque.



Y la segunda capa con parte de la ganache.


Mi chocolate llevaba unos trozos de cacao que no se fundían. Para el relleno me gustó, pero tuve que colar el resto para la cobertura.

Cubrimos la tarta. Debería quedar lo más uniformemente cubierta que se pueda, para que los bordes queden bonitos. Podéis recortar con un cuchillo algún sobrante para que quede uniforme. Yo no lo hice, pero reconozco que queda mucho más bonito el acabado si lo hacemos. Pincelamos con el amíbar, por la parte superior y por los bordes, que quede bien empapada.

A continuación, bañamos con la ganache. Debemos poner el bizcocho sobre una rejilla y ésta a la vez sobre un plato. De esta manera podremos recoger la ganache sobrante por si hay que retocar alguna parte que no se haya cubierto bien.




Metemos en la nevera hasta que la ganache se vuelva totalmente mate. Tened cuidado de que no toque con ninguna otra cosa dentro del frigorífico, o se estropeará la cobertura uniforme.

Mientras se seca la ganache, prepararemos el último glaseado. Además de aportarle brillo, le aporta también sabor. Para mí, imprescindible sin duda.

Remojamos las láminas de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos. Escurrimos bien.
Ponemos en un cazo la nata, el agua, el azúcar y el cacao.  Llevamos al fuego sin dejar de remover con una espátula. (en vaso sin lavar de la ganache, 5 min. 100ºC, vel. 4) Tras unos 4-5 minutos a fuego medio, retiramos del fuego y añadimos la gelatina bien escurrida (1 min. vel 4) y removemos otro poco hasta que veamos que se ha disuelto bien.

Dejamos enfriar hasta los 30ºC, removiendo de vez en cuando para que no cree costra.

Cubrimos la superficie de la tarta y dejamos que el glaseado caiga muy bien por los bordes. Como anteriormente, recoged el glaseado sobrante para poderlo reutilizar en caso necesario. ¡No os pongáis nerviosos, su textura hará que caiga como la seda por vuestra tarta!




Dejamos enfriar del todo en la nevera. La cobertura final adquiere una textura como de gelatina, ¡y está deliciosa!

Cuando esté bien fría, escribimos la decoracion con chocolate fundido y una manga pastelera. O bien podéis ponerle alguna fruta por encima, ¡o lo que se os ocurra, según la ocasión!

¡Espero que os guste! Os aseguro que no os va a defraudar, es una de las mejores tartas que yo he probado. Y ya sabéis... ¡No dejéis de hacerla! ;D