El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

martes, 23 de marzo de 2021

PAN DE NARANJA SICILIANO O BIZCOCHO DE NARANJA



¡Aquí estoy de nuevo! Después de una etapa un poco “rara”, vuelvo a tener ilusión por cocinar y probar nuevas recetas.
Hoy traigo un bizcocho que seguramente muchos conocéis, el bizcocho de naranja que se hace con la naranja entera, piel incluida.
Lo que posiblemente no sepáis, es que es una receta italiana, concretamente de Palermo, la capital de Sicilia.
Las naranjas de Sicilia son tan famosas como las nuestras valencianas, bañadas curiosamente por el mismo mar. Es muy común allí la variedad de naranja roja. Yo utilicé las que tenía en casa, aquí en Madrid no es tan fácil conseguir una naranja roja de calidad. Las sicilianas se crían en las tierras volcánicas de las laderas del Etna, imaginaos el sabor tan característico.
Parece ser que origen de este dulce se remonta a un convento de monjes Benedictinos de Catania, que creaban una pasta machacando en un mortero almendras y naranja, y le añadían después el resto de ingredientes. De ahí que también sea conocido como "Torta de los Benedictinos de Catania". 
El resultado es un bizcocho muy húmedo, con un intenso sabor a cítricos, muy aromático y a la vez muy suave. La esponjosidad no es su característica principal, tampoco es lo que buscamos. La repostería que lleva almendra no tiene esa cualidad. Pero en cuanto destapamos el bizcocho para servirlo, toda la cocina se inunda con su aroma.
Y yo, como buena amante de la cocina italiana, del país y de su cultura en general, no quería dejar pasar la oportunidad de contaros el origen de este dulce, que nosotros llamamos bizcocho y ellos llaman "Pan d'arancio siciliano" o "Torta dei Benedettini". 
Si nunca lo habéis probado, no esperéis más, es el momento ideal para hacerlo. Con la llegada de la primavera apetecen estos dulces tan refrescantes y aromáticos. Si tenéis un robot de cocina tipo Thermomix, Monsieur Cuisine o similar, no tardaréis más de 5 minutos en preparar la masa... ¡y al horno!

INGREDIENTES

- 220g de harina de arroz
- 80g de almidón de maíz
- 1 cucharadita de psyllium
- Puntita de cuchara de goma xantana
- 300g de azúcar
- 100g de harina de almendras o almendras picadas muy finamente
- 100ml de aceite de girasol
- 100ml de leche
- 3 huevos tamaño L
- 1 naranja entera, de unos 300g, lo más ecológica que podáis, puesto que vamos a ponerla con la piel incluida
- 14g de levadura química, tipo Royal.

Para decorar:

- Piel de un cuarto de naranja cortada en tiras 
- 100g de azúcar
- 50g de agua
- 1 puñado de sal
- Azúcar glas

ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
Lavamos la naranja muy bien y la cortamos en cuartos. La ponemos en nuestro robot.


Si no disponéis de él, trituradla con una túrmix o similar. Añadimos el aceite y la leche. Trituramos durante unos segundos. Si queréis encontrar trocitos, hacedlo de manera suave. Si queréis que vaya todo perfectamente triturado, necesitará más tiempo. Yo la dejé así.


Como veis, se aprecian trocitos por las paredes del robot.
A continuación añadimos el resto de ingredientes: los huevos, el azúcar, la almendra, las harinas, psyllium, xantana y levadura.  Ponemos de nuevo el robot en marcha y batimos durante unos segundos hasta que la mezcla sea homogénea.
Y esto es todo. Solo nos queda engrasar un molde y verter la masa en él. 


Introducimos en el horno. Con esas cantidades a mí me salieron dos bizcochos en dos moldes “loaf”, es decir que es un bizcocho grande si lo hacéis en un molde único.
Bajamos la temperatura a 180º y los dejamos durante una hora aproximadamente. Es una masa muy húmeda, así que no os extrañe si os parece mucho tiempo. Si veis que se dora en exceso, cubrid con papel de aluminio. Comprobad la cocción con un palillo o similar.


Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Mientras se enfría, podemos preparar la decoración. Ponemos las tiras de piel de naranja en un cazo con agua y un puñado de sal y les damos un hervor de unos minutos. Tiraremos ese agua. Ponemos las cáscaras de naranja en un colador y lavamos con agua fría bajo el grifo. De esta manera eliminaremos todo el resto de amargor que pueda haber en la piel.
Ponemos en un cazo el agua y el azúcar y echamos nuestra piel de naranja. Dejamos cocer a fuego lento durante una media hora, removiendo simplemente con el mango del cazo, para que no se rompan. 
Pasado este tiempo sacamos del cazo y dejamos sobre un papel de horno. Cuando el bizcocho esté frío, ya las podemos utilizar. 
También podéis decorar con mermelada de naranja, o con cualquier otra cosa que se os ocurra. 
¡Venga, animaos a hacerlo, que es un dulce riquísimo y no puede ser más fácil!







jueves, 4 de marzo de 2021

PAN DE NUECES CON MIEL

 

Esta semana le tocó el turno al pan de nueces con miel. Esta receta es de las más sencillas, pues solo se trata de meter los ingredientes a la cubeta y esperar el resultado. Se trata de un pan semiintegral, que solo lleva un poco de almidón de maíz en una mezcla de harinas integrales.
Es un pan dulce con muchísimo sabor a frutos secos, pues además de las nueces, el ingrediente principal es la harina de quinoa, que tiene esa peculiaridad. La receta original lleva sorgo, pero en ese momento no tenía y sé que ambas harinas absorben la misma cantidad de agua, así que la sustituí sin problema, y me gusta incluso más el resultado. También le agrego siempre a mis panes un par de cucharadas de semillas de cáñamo, porque son una gran fuente natural de hierro, y su sabor también recuerda mucho a los frutos secos.
Si tenéis panificadora, no podéis dejar de probarlo. Os sorprenderá su sabor.
La receta va en "cups" o tazas. Ya sabéis, nos vale la medida de un vaso de agua.

INGREDIENTES:

- 1 1/2 tazas de harina de quinoa
- 3/4 tazas de harina de arroz integral
- 1/2 taza de copos finos de avena sin gluten
- 1 cucharada de goma xantana
- 1 cucharada de Psyllium
- 1 1/2 cucharaditas de levadura seca (yo le pongo la de masas dulces)
- 1 1/2 cucharaditas de sal
- 1 taza de nueces
- 1 1/4 tazas de agua
- 1/3 taza de miel
- 2 cucharadas de aceite de nuez o aceite vegetal (yo pongo de girasol o maíz)
- 1 cucharadita de vinagre
- 2 huevos
- 2 claras de huevo

ELABORACIÓN: 

Picamos las nueces con ayuda de un cuchillo. No queremos molerlas, solo cortarlas en trocitos pequeños.



A continuación las tostamos en una sartén. Cuando huelan a tostado, retiramos del fuego. No necesitarán más de 3-4 minutos a fuego medio.
Ya solo nos queda poner los ingredientes en la panificadora. Primero los líquidos, incluida la miel, luego los sólidos, a excepción de las nueces. Si ponéis otras semillas, dejadlas para después también.
Programamos. Yo utilizo el programa normal, que dura 3 horas. Con ese tiempo es suficiente.
La máquina amasará y luego levará durante unos 15 minutos. Después comenzará un segundo amasado. A mitad de éste, emitirá un pitido. Es el momento de añadir las nueces y resto de semillas si queremos ponérselas. Cuando la máquina se detenga, sacamos la cubeta y retiramos las palas. A continuación distribuimos la masa por toda la cubeta y alisamos la superficie.


Introducimos de nuevo la cubeta... y a esperar. Vigilad vuestra masa. Si veis que no leva lo suficiente, y se acerca el momento del horneado (que comienza una hora antes), pausad el programa las veces que sea necesario. Un pan que no ha levado no quedará alveolado y la miga estará dura y apelmazada. Es una lástima. No tengáis prisa para hornear, debéis estar convencidos de que es el momento.

Cuando la panificadora emita el pitido final, sacamos el pan enseguida y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Siempre desaconsejo dejarlo en el programa "mantener caliente". El pan comienza a "sudar" y se humedece.


No lo cortéis en caliente, resistid la tentación. Ya sabéis que la miga sigue procesándose mientras el pan se enfría.

El corte es estupendo y el sabor... ¡Mmmm! ¡Ya me contaréis!