El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

domingo, 24 de octubre de 2021

BUÑUELOS DE VIENTO RELLENOS DE CREMA DE CHOCOLATE



¡Cómo nos gusta la repostería tradicional española! Y entre todos esos dulces, los buñuelos son sin duda nuestros favoritos. Me encanta improvisarlos porque son súper fáciles de hacer ¡y muy rápidos! Ya tenéis en el blog la receta de los buñuelos de calabaza y de los buñuelos de naranja, pero hoy he querido hacer los tradicionales, los de viento, que no llevan ningún ingrediente adicional. Admiten múltiples rellenos: nata, crema, café, caramelo… y cómo no ¡chocolate! En casa somos tan “chocolateros” que cuando he propuesto rellenos no ha habido duda. Esta crema de chocolate tiene sabor a chocolate a la taza, así que junto a los buñuelos, es como tomarse un rico chocolate con churros. ¡Qué delicia!

INGREDIENTES: 

Para los buñuelos: 
- 100g de harina de arroz
- 25g de almidón de maíz
- 3 huevos
- 175ml de agua
- 25g de azúcar
- 50g de mantequilla
- 3g de levadura química
- la ralladura de un limón
- aceite de girasol u oliva suave para freír
- 1 pizca de sal

Para la crema de chocolate
- 50g de chocolate negro de cobertura
- 60g de azúcar
- 150g de leche
- 100g de nata
- 20g de almidón de maíz
- 2 huevos pequeños

Para el rebozado final
- Unos 50g de azúcar
- Canela al gusto 
O bien, azúcar glas simplemente.



ELABORACIÓN: 

Prepararemos en primer lugar la masa de los buñuelos. 
Pesamos en un bol las harinas y la levadura y las reservamos.
Ponemos en un cazo el agua, el azúcar, la sal, la mantequilla y la ralladura de limón.
Llevamos a ebullición y en ese momento añadimos las harinas de una vez. 
Removemos hasta que la masa se despegue de las paredes del cazo y apartamos del fuego.



Añadimos los huevos uno a uno, mezclando bien con la ayuda de una espátula. La masa resultante debe ser lisa.



Ya solo queda dar forma a los buñuelos para freírlos. Ponemos a calentar una sartén con aceite. Cuidado, el aceite no debe calentarse en exceso o los buñuelos se dorarán enseguida, quedando crudos por dentro. Debe estar caliente pero no humear. Sabréis que está demasiado caliente si veis muchas burbujas alrededor de los buñuelos.
Formamos bolitas con la ayuda de dos cucharas y las echamos en la sartén. 


Veréis que poco a poco se irán haciendo esferas casi perfectas, y aumentarán de tamaño. Si no se dan la vuelta solas, debemos dársela nosotros con ayuda de una espumadera o similar.


 Sacadlos cuando estén dorados por los dos lados y ponedlos a escurrir sobre un papel absorbente.


Dejamos enfriar y mientras tanto preparamos la crema de chocolate.
Ponemos en un cazo todos los ingredientes de la receta y llevamos al fuego. Removemos continuamente con unas varillas, hasta que la mezcla espese. Es así de sencillo y así de complicado, porque hay que tener mucho cuidado de que la mezcla no se queme. La textura es similar a la de unas natillas.


Dejamos enfriar bien tapada “a piel” con papel film. Llenamos una manga pastelera y ponemos una boquilla. Yo lo hice con una churrera porque es lo que tenía en ese momento.


Apretamos suavemente, vamos a ver cómo poco a poco el buñuelo se va rellenando. 


Lo ideal es hacerlo con una boquilla fina, que apenas se note por dónde se introdujo el relleno.
Para terminar, rebozamos en una mezcla de azúcar y canela o bien con azúcar glas solamente. 

En la festividad de Todos Los Santos de este año, triunfaréis si hacéis este dulce con tanta tradición y sabor. Yo quise hacerlo en la cocina antigua que tienen mis padres, a pesar de que mi madre insistía en que los hiciese en la inducción. Pero el fuego siempre será mejor que cualquier modalidad de las de ahora, y he disfrutado mucho “entre fogones”, nunca mejor dicho. Porque los dulces tradicionales, cuanto más tradicionalmente se hagan, mejor. 



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