El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

jueves, 27 de febrero de 2020

"APFELKÜCHERL" O BUÑUELOS DE MANZANA ALEMANES


¡Lo que nos gusta la repostería europea!

De las maravillas que hacen en Alemania con las manzanas todos tenemos constancia. Pero la simpleza de esta receta la hace especial. Durante nuestras vacaciones el verano pasado vimos en varios sitios este postre típico, pero sabiendo que nuestra pequeña celíaca no lo podría probar, decidimos no hacerlo ninguno.
El otro día descubrí esta receta en el libro "Souvenir: pasteles, viajes y recuerdos", de Isabel Pérez Sardinia. Me parece un libro increíble. Es una mezcla de dulces deliciosos acompañados de preciosas fotografías de la ciudad a la que se debe cada uno de ellos. Un libro realmente precioso que no debería faltar en la biblioteca de todo repostero que se precie, de todo el que admira el trabajo bien hecho.
En menos de 15 minutos tenemos esta receta que yo he preparado esta tarde para merendar, demostrando una vez más que los celíacos pueden disfrutar de los mismos manjares que el resto de las personas. Y la enorme satisfacción que produce el poder hacerlo en casa.

INGREDIENTES (para 4 personas):

- 2 manzanas
- 2 huevos medianos
- 80g de harina de arroz
- 40g de almidón de maíz
- 70g de leche entera
- 8g de levadura química

Aceite para freír, del que prefieras
Azúcar blanquilla para rebozar

ELABORACIÓN:  

En esta receta se utilizan las manzanas sin pelar. Lavamos las manzanas muy bien bajo el grifo, y las descorazonamos. Para esta tarea se necesita, sí o sí, un descorazonador de manzanas. Si no lo tienes, corta las manzanas por la mitad y quítales el corazón con un cuchillo. Los buñuelos quedarán con forma de media luna.





A continuación las cortamos en rodajas. Si queremos que queden tiernos los buñuelos, que sean rodajas finas. Si por el contrario preferimos que la manzana se note "al dente", las haremos un poco más gruesas. En mi caso preferí hacerlas finitas, tal y como especifica Isabel en el libro, pero también hice alguna más gordita para ver la diferencia.



Preparamos la masa batiendo todos los ingredientes, yo lo he hecho con una túrmix, porque de esa manera sabía que no quedarían grumos. Os recomiendo hacerlo así, o bien con unas varillas removiendo bien.

Ponemos aceite a calentar, cuando esté caliente pero sin humear vamos sumergiendo las rodajas en la masa y echándolas a la sartén.





Les damos la vuelta cuando vemos que se han dorado, apenas tarda unos minutos.




Tras cada tanda debemos quitar con la espumadera esas gotas de masa que caen en el aceite al echar las rodajas en él, o comenzará a salir mucho humo.

Sacamos los buñuelos y los escurrimos sobre papel absorbente.


 Por último, los rebozamos en azúcar. Aunque la autora especifica en su libro que la canela no es necesaria, yo utilicé la mezcla sobrante de rebozar las Orejas de Carnaval, que sí la llevaba. Igualmente están buenísimos.



Esta foto está hecha de una de las rodajas más gruesa.
Una mezcla de sabores y texturas realmente deliciosa. ¡No dejéis de hacerla!



 


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