El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

viernes, 13 de septiembre de 2019

CORBATAS DE UNQUERA


La riqueza de la repostería española es infinita. Allá donde lleguen nuestros pies, hay un dulce típico. Pero por desgracia, la harina de trigo es siempre la protagonista.
La receta de hoy es típica de Cantabria, más concretamente del pueblo de Unquera, situado entre San Vicente de la Barquera y Llanes. Pero lo cierto es que en cualquier rincón de esta comunidad pueden degustarse.
La base es de hojaldre, que si bien queda mucho más sabroso si es casero, hoy en día podemos encontrar hojaldre sin gluten casi en cualquier gran superficie, con una calidad aceptable.
Así que no me lo pensé y decidí hacer en casa unas corbatas para que Almudena, mi hija mayor y celíaca, pudiese degustar aquello que nosotros habíamos probado hace años, y que volvió a mi casa en forma de regalo hace unas pocas semanas. No me parecía ético que yo pudiese disfrutarlas y mi hija no. El resultado fue todo un éxito, a todos nos encanto su sabor y lo parecidas que resultan con las originales.

INGREDIENTES:

- Una lámina de hojaldre sin gluten. Mucho mejor si es cuadrada, pero como solo conozco una marca y es congelada, creé también unas mini palmeritas de aprovechamiento para no tirar nada, ¡que menudo precio tienen los productos sin gluten!
- 1 clara de huevo
- 100g aprox. de azúcar glass
- Un chorrito de zumo de limón
- Almendra en crocanti (de venta en Mercadona, etiquetada sin gluten)
- Azúcar normal si decidís aprovechar también los recortes para hacer palmeritas.


PREPARACIÓN: 

Lo primero de todo es preparar la glasa, la esencia real de la receta.
Ponemos la clara de huevo en un bol y vamos añadiendo el azúcar glass mientras batimos con un tenedor hasta lograr una mezcla espesa y brillante, que será de color blanco. Añadimos el limón que no hará sino estabilizar esa clara y seguimos batiendo. Para que os hagáis una idea de cómo debe ser, os diré quesu textura recuerda ciertamente a la cola blanca de los carpinteros. Es más o menos así:



Quizá necesitéis añadir mas azúcar glass si el huevo era muy grande, o más zumo de limón si era demasiado pequeña. Es importante que tenga la consistencia adecuada para que se mantenga en su sitio a la hora de utilizarla. Cuando la tengamos lista, la reservamos en el frigorífico hasta el momento de su utilización.
Comenzaremos entonces a trabajar el hojaldre. Dividimos la masa en varias partes. Yo quise hacerlas pequeñas porque el principal propósito era que se las comiese la niña, pero podéis hacerlas más grandes si así lo deseáis. Me salieron 10. Me sobró glasa como para otra tanda más o menos. Os recomiendo que os ayudéis de una rueda de las de cortar la pizza, facilita mucho el trabajo.






Como os anunciaba antes, los bordes redondeados serán utilizados más tarde para hacer palmeritas, así que los apartamos.
Vamos tomando porciones de masa y las "retorcemos" sobre sí mismas, simulando una "pajarita", colocándolas sobre papel de horno.




Quizás éste sea el paso más complicado porque, como la mayoría de las masas sin gluten, el hojaldre es delicado y puede llegar a romperse. Tomaos vuestro tiempo en hacer este paso. Con paciencia, se consigue que la masa no se rompa.
En este momento sacamos la glasa del frigorífico y pintamos los extremos de las pajaritas, formando un cuadrado en cada uno de ellos. Añadimos a continuación unas almendras en crocanti sobre la glasa.





Leí en algunas recetas que hay personas que utilizan la yema del huevo para pintar el centro de las corbatas .Pero es cierto que las originales no llevan ese brillo. Lo dejo a vuestra elección.
Horneamos a 190ºC en el horno que habremos precalentado al menos a 225ºC, con calor arriba y abao. De esta manera obtendremos una glasa dorada y un hojaldre crujiente y también dorado. Si se dora demasiado la glasa y veis que el hojaldre aún no está cocido, cambiad el calor solo a la parte de abajo del horno. Requerirán unos 12-15 minutos de cocción. Cuando estén listas, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para preparar las palmeritas, simplemente cubrimos el trozo de hojaldre con azúcar blanco y enrollamos desde los dos extremos hacia el centro, para después cortarlo en 2 ó más trozos, según si nos gustan finitas o más gruesas.







El corte se coloca hacia arriba para que queden más bonitas. Las niñas no me dejaron tiempo para poner la foto de las palmeritas horneadas, pero creo que os podéis hacer una idea de cómo quedaron. Es una estupenda forma de aprovechar los recortes.

Espero que os animéis a hacer esta receta que no entraña ninguna complicación. Porque están muy ricas, y porque es algo que con un mínimo de trabajo puede estar al alcance de cualquier celíaco.





¡Hasta la próxima!


 









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