El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

domingo, 12 de abril de 2020

MONA DE PASCUA TRADICIONAL


Los días de confinamiento continúan, y nos han metido de lleno en la Semana Santa.
Cada año suelo hacer recetas tradicionales de estas fechas, como las torrijas, rosquillas... E incluso algún que otro año he hecho una Mona de Pascua. "Mona" es un término muy genérico hoy en día, y de la misma manera se le llama al típico dulce con un huevo cocido o de chocolate en el centro, como a una tarta decorada con motivos de Pascua.
Este año que querido hacer la Mona tradicional, esa típica de muchas regiones españolas, cada una con su toque. Y he recordado muy especialmente la que se hace en el pueblo de mi padre, con un huevo duro que se cubre con unas tiras de masa, y que se guarda en una mochila para comerla todos juntos en el campo, ya sea con familia, con amigos... Allí le llaman "el día del bollo". Una lástima que el huevo haya quedado prácticamente oculto en su interior, ¡porque incluso lo había teñido de azul! No pude imaginar que llegase a crecer tanto... De ahí que esté tan esponjosa. Así que si enterrar el huevo es el precio que he tenido que pagar para que quedase así, ¡bendito entierro!
La receta es de "Glutendence". ¡Y ha sido todo un acierto! Por eso la comparto por aquí, porque la he probado yo misma, y funciona. No hay ninguna receta en este blog que no haya hecho yo misma. Y si a mí me ha salido, ¡a vosotros también! ¡Allá va!

INGREDIENTES:

Prefermento:

- 40g de harina de arroz
- 2g de levadura seca de panadería
- 60g de agua templada

Masa:

- 100g de almidón de maíz
- 50g de almidón de patata
- 20g de leche en polvo
- 5g de goma Xantana
- 3g de Psyllium
- 2 huevos
- 40g de aceite
- 8g de agua de Azahar o anís, según gusto
- 80g de azúcar
- La ralladura de media naranja (yo le puse limón y deliciosa)
- 3g de levadura seca de panadería
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de agua templada

Para decorar:

- 1 huevo batiodo para pincelar
- 1 huevo cocido o de chocolate
- Anisetes de colores.
Yo como no tenía anisetes, teñí unos granos de azúcar perlado con colorante alimentario. El resultado es el que véis en las fotos.

ELABORACIÓN: 


Como siempre digo, leed bien la receta hasta el final antes de poneros a hacerla, para calcular bien los tiempos. Y os aviso ya desde el principio que la masa es muy difícil de manejar, porque está muy hidratada. De ahí que quede tan tierna y esponjosa. He dicho difícil, no imposible.

Vamos a comenzar preparando el prefermento, simplemente mezclando bien los tres ingredientes que lo conforman. Procuraremos que no queden grumos, y lo taparemos con papel film, esperando durante más o menos una hora.





Veréis que comienza a burbujear y sube en el recipiente. Esto indica que la levadura funciona bien y que el prefermento está listo.




Lo reservamos y pasamos a preparar la masa definitiva. Para ello, debemos volver a activar la cantidad de levadura marcada en la receta (esta vez son 3g). La diluimos en  una cucharada de agua templada y la reservamos.

A continuación, mezclamos en un bol una parte de los elementos sólidos: almidones, leche en polvo, goma Xantana y Psyllium. Reservamos.

En el bol donde vayamos a hacer la mezcla final, batimos los dos huevos con unas varillas. Le añadimos entonces el aceite y el aroma elegido: azahar o anís. Si elegís el agua de azahar, elaboraréis un dulce con un sabor muy parecido al Roscón de Reyes. 
Añadimos a continuación el azúcar, la sal, la ralladura de medio cítrico,  y la levadura disuelta en el agua. Batimos bien para terminar añadiendo el prefermento que ya está listo.

Ponemos entonces el gancho para masas o bien removemos a mano con una espátula. Comenzamos a echar los ingredientes sólidos que teníamos reservados. 




Batimos a velocidad no muy alta mientras añadimos poco a poco la mezcla de harinas. Cuando hayamos terminado, amasaremos durante al menos 10 minutos. Vais a ver como la masa se va volviendo cada vez más lisa, más bonita. y el olor que desprende... ¡ummm!
Su aspecto final es este: 


Ya solo queda hacer una bola con ayuda de una rasqueta y dejar la masa reposar, ya sabéis, en el lugar más cálido de la cocina, alejado de corrientes de aire, tapada con film transparente.


La dejaremos levar durante una hora, a temperatura ambiente, o bien toda la noche en el frigorífico. Os advierto que si hacéis lo segundo, la masa gana en manejabilidad. Si la dejáis en la nevera, deberéis atemperarla durante al menos una hora antes del siguiente paso.  En cualquiera de los dos casos vereís que la masa ha aumentado ligeramente su tamaño, y la superficie está aún más lisa.

Es el momento de manejar la masa, y esto debe ser con la mano. Lo primero que he hecho yo ha sido separar un poquito de masa para tapar después el huevo. Pero era mi gusto hacerlo así, lo más tradicional es que el huevo se vea por completo.
Os recomiendo aceitar un papel de horno, o bien la superficie de la encimera en un principio, hasta que vayamos a dar la forma final. Yo lo he hecho sobre el papel desde el principio, pero va en gustos. Debemos aceitar también nuestras manos y la rasqueta que vayamos a utilizar. 
Echamos la masa sobre el papel o la encimera y la aplastamos con las manos.




A continuación deberemos formar una bola, que quede con la parte "fea" hacia abajo. Para ello, vamos tomando la masa por los bordes y acercando éstos al centro. 













Con una rasqueta aceitada es más fácil aún, es lo que hice a continuación.
Como os decía, consiste en acercar los bordes hacia el centro, para por último darle la vuelta con ayuda de la rasqueta, consiguiendo que la parte lisa quede hacia arriba. Con las manos bien llenas de aceite es muy fácil aplanar la masa para que quede lisita, así que no os agobiéis si este paso no sale del todo bien. Sobre todo, por muy tentador que sea, NO AÑADÁIS HARINA. El secreto para la textura de la mona depende de que seamos capaces de mantener las proporciones iniciales.

Con las los dedos bien aceitados, haremos un agujero en el centro de la bola para meter el huevo. Si preferís poner uno de chocolate, debéis dejar el hueco hecho: haced una bola del tamaño del huevo del papel de alumnio y forradlo con papel de horno. Ponedlo sobre el agujero que hayáis hecho.

Y ya estaría lista para dejarla levar por última vez. Yo como os he dicho, he puesto unas tiras encima del huevo.



Y sin más, he dejado levar la masa tapada con un film transparente bien untado de aceite, para poderlo retirar después sin problema. Los

Veréis que la masa aumenta ligeramente de tamaño, pero no será nada comparado a lo que crecerá en el horno. 

Pasadas un par de horas, estará lista para hornearse. Precalentamos el horno a 200ºC. 
Batimos el huevo restante y pintamos con él la superficie de la mona. Esto hará que alcance ese color dorado que tanto nos gusta.

Para decorar, lo ideal es ponerle anisitos de colores. A mí se me ha ocurrido teñir unos granos de azúcar perlado que siempre tengo en casa para los gofres. Lo he hecho con colorantes alimentarios.


Así que los he dispuesto por encima de la mona, esperando que funcionase el invento...


Ahí todavía se veía el huevo que había teñido de azul. Menos mal que no me he dedicado a hacerle filigranas...

Introducimos en el horno a media altura y bajamos la temperatura a 180ºC. Horneamos 10 minutos a esa temperatura y luego bajamos a 160ºC, para hornear otros 13-15 minutos más. 
No os vayáis de la cocina, porque es un dulce que se dora enseguida, y precisa taparlo con papel de alumnio para que no se queme su superficie.
Para saber si está hecho por dentro, lo de siempre: comprobamos cocción pinchando la masa. El pincho debe salir limpio.

Finalizado el tiempo de cocción, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Ya veréis su ligereza cuando lo tengáis entre las manos.



Dejad enfriar bien antes de cortarla, aunque el olor que desprende os haga salivar. Como todas las masas fermentadas, la miga termina de hacerse durante el enfriamiento.







Ese es el corte que tiene esta mona. Es una pasada lo bien que queda, y sobre todo, lo rica que está.
¡Vamos, que este año la Pascua se alarga en casa, hay mucho tiempo aún para hacer monas! Esta mía no quedó muy bonita, pero hasta lo más feo que podamos hacer en casa, supera con creces cualquier producto comercial. ¡Hacedla y contadme!














1 comentario:

  1. Deliciosa!, ha sido un éxito muy aclamado en casa, la verdad que ha sido uno de los dulces que menos ha durado en el plato, apenas me dio tiempo a sacar una foto, gracias por compartir recetas que funcionan! mis hijos te adoran

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