El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

domingo, 14 de octubre de 2018

INTENTO DE GALLETAS CAMPURRIANAS



Llevo varios meses intentando imitar el sabor tan característico de las galletas Campurrianas. Para mí se está convirtiendo en tarea imposible. Sin embargo, en uno de esos intentos, surgieron estas maravillosas galletas. Su sabor, riquísimo. Nada parecido a algo que hubiese hecho anteriormente. Mis hijas las devoraron, y me piden constantemente volver a hacerlas. Por ello he decidido subirlas al blog, para que queden aquí y ellas las puedan hacer cada vez que lo deseen. No puedo decir que sepan a Campurriana, aunque el sabor recuerda al de esas pastas. La receta es la mezcla de varias que he encontrado por la web, he cogido de cada una lo que me parecía que le podía aportar un sabor parecido al de las originales. Hay recetas que se consiguen enseguida y otras que cuestan una eternidad. Pero también disfruto probando, cambiando este o aquel ingrediente... ¡y las peques también!

INGREDIENTES: 

- 2 huevos
- 60g de azúcar blanquilla
- 65g de azúcar de coco 
- 45g de aceite de girasol
- 20g de preparado para flan Hacendado
- 125g de almidón de maíz
- 75g de almidón de mandioca
- 25g de harina de arroz
- 25g de harina de coco
- 5g de levadura química
- Puntita de cuchara de goma Xantana.
- Una pizca de sal

PREPARACIÓN:

Mezclamos en un un bol las harinas junto con el preparado para flan, sal, levadura y Xantana. Reservamos.
Batimos en un bol los huevos junto con el azúcar. Cuando la mezcla esté homogénea, añadimos poco a poco el aceite. 
Añadimos a continuación la mezcla de ingredientes secos y removemos hasta que esté todo integrado. Obtendremos una consistencia similar a ésta:




Ahora solo se trata de hacer bolitas de masa del tamaño que más nos apetezca (todas iguales, eso sí, para que la cocción sea uniforme). 

Debemos aplastarlas. Esta masa no lleva mantequilla, por lo que no se expandirán en el horno, sino que crecerán hacia arriba. Es curioso ver cómo se convierten en pequeños panes, con su greña y todo. El olor que impregna la cocina es adictivo.

Bien aplastaditas para que queden bien. 
Precalentamos el horno a 200ºC. Introducimos la bandeja y horneamos a 180ºC durante aproximadamente 14 minutos, dependiendo de su tamaño, calor arriba y abajo. Cuando los bordes comiencen a dorarse será señal de que están hechas.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Seguiré intentando conseguir el anhelado sabor, porque el aspecto y la textura ya está logrado... Espero poder publicar algún día la receta conseguida. Mientras tanto, os recomiendo mucho éstas. ¡Nos vemos pronto!



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