El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

viernes, 12 de octubre de 2018

BIZCOCHO PASIEGO DE LA MARQUESA CON HABA TONKA



¿Os gustan los sobaos? En su día publiqué en el blog la receta, podéis verla aquí. Pues este bizcocho recuerda muchíííísimo a ese sabor tan peculiar. En casa les encanta. Es conocido como "el Bizcocho de la Marquesa", y realmente es digno de ese nombre. Está buenísimo. Además, le añadí un sabor muy peculiar que hace solo unos meses que descubrí, el del haba tonka. Es una semilla muy aromática, procedente de un árbol llamado Dipteryx odorata. Es del tamaño de una judía.




Su uso está ampliamente extendido en la repostería francesa. En cambio, en otros países está prohibido, puesto que posee cumarina, que tiene un poder altamente coagulante. Debe ser utilizada con moderación. Pero, para que os hagáis una idea, una persona debería consumir unas 30 habas de una vez, y este bizcocho lleva tan solo una en toda su totalidad. Son difíciles de conseguir, pero ¿acaso hay algo que no se venda en Amazon? Sin duda, os recomiendo que la probéis. Su sabor es una mezcla entre vainilla, canela, caramelo y almendra. Un desafío para los sentidos. Justo lo que le faltaba a este bizcocho para ser aún más especial si cabe. La receta es del blog Un pedacito de cielo, y no fue nada difícil adaptarla al mundo sin glu.

INGREDIENTES:

- 3 claras de huevo
- 3 yemas
- 200 ml de nata liquida
- 125g de mantequilla en pomada
- 170g de azúcar
- 150g de harina de arroz
- 50g de almidón de maíz
- 1 cucharada sopera (16g de levadura química)
- 1 haba tonka rallada (opcional)
- 1 pizca de sal
- Unas gotitas de zumo de limón. 
- Una cucharadita de Psyllium
- Puntita de cuchillo de goma Xantana.


ELABORACIÓN:

Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal y unas gotitas de zumo de limón. Reservamos.
Montamos la nata bien firme. Recordad que para conseguirlo la nata deberá estar muy fría y el recipiente para montarla también.  Reservamos.
Mezclamos en un bol los ingredientes secos: harinas, levadura, ralladura de haba tonka, Psyllium y Xantana. Éstos últimos son prescindibles, pero es cierto que contribuyen a la esponjosidad y mejor conservación de la repostería. Yo tengo costumbre de ponérselos a todos mis bizcochos.
Comenzamos a elaborar la receta: batimos las yemas con el azúcar y la mantequilla en pomada hasta que la mezcla blanquee. Añadimos la mezcla de harinas poco a poco.
Añadimos la nata montada y mezclamos con una espátula, con movimientos envolventes. 



Finalmente añadimos las claras montadas, con suavidad, intentando que pierdan el mínimo aire posible. 




Cuando veamos que la mezcla está homogénea, la vertemos en un molde engrasado. Yo utilicé mi corona de otoño, aunque no se aprecia bien en las fotografías, es un molde precioso. 
Metemos en horno precalentado a 200ºC y bajamos la temperatura a 180ºC. Horneamos durante 30-40 minutos, dependiendo del horno y de la profundidad del molde.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.



En casa, desde luego, se ha convertido en un habitual. Y no me extraña. ¡Probadlo y me contáis!






















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