El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

sábado, 7 de diciembre de 2019

BRIOCHE DE MASCARPONE


En el grupo de Facebook de Claudia & Julia, una tienda de artículos de cocina que sigo desde hace varios años (y que recomiendo sin dudarlo), se hizo muy popular esta receta. Me atrevería a decir que decenas de personas la han probado con éxito. Pero, ¿qué pasaría si la desglutinizáramos? Asumí el riesgo y me dispuse a hacerlo. La receta original es de Beatriz, de "To Be Gourmet".

Compré este horno en la "semana de la repostería" de la tienda, pero llegó hecho añicos. ¡Qué dolor de corazón verlo así!


Después de varias peripecias y disgustos para la tienda (y para mí, porque era una ofertaza), me devolvieron el dinero sin ningún problema, la verdad es que se portaron genial ante todas las adversidades. Hace unos días mi marido se presentó con el molde bajo el brazo, sin más explicaciones. ¡Y enseguida quise estrenarlo!
Tengo en este blog una receta de brioche en panificadora que queda delicioso, y que repito mucho en casa. 
Pero éste de queso mascarpone era una receta muy diferente. Aún así, me atreví a probarlo y el resultado es absolutamente espectacular.

 INGREDIENTES:

- 500 g mix Farmo comercial o casero*
- 220 g de leche
- 80 g azúcar
- 8 g levadura seca masas dulces
- 250 g queso mascarpone
- 2 huevos y uno más para pintar al final
- una pizca de sal


* El mix Farmo Fibre para pan y pizza, vendido en Lidl (bolsa naranja), fue conseguido por Marisa Famalap, de "Cocina fácil sin gluten". Gracias a sus cálculos pudo crear la mezcla de ingredientes para conseguirlo en casa. Ahora forma parte del surtido de este supermercado, pero pudimos disfrutarlo en casa aún cuando en Lidl se terminaron las existencias y no repusieron durante meses. Os dejo los ingredientes por si queréis hacerlo en casa. Yo solo uso el casero.
Para 100g de mix:
- 50g de almidón de trigo sin gluten
- 35g de almidón de maíz 
- 6g de leche desnatada en polvo
- 1g de azúcar
- 2g de Psyllium
- 2g de inulina
- 1g de HPMC
- 1g de goma guar
- 2g de levadura química


 ELABORACIÓN:  

Mezclamos la levadura y la leche, hasta que haga espuma.
Batimos el queso con el azúcar, la sal y el huevo. Añadimos mezcla de leche y levadura. A continuación,  vamos añadiendo la harina poco a poco, poniendo en el robot el gancho de amasar. Habrá que amasar durante 10-15 minutos, hasta que la masa quede lisa y suave. Es fácil ver cuándo está lista (lo siento, no me di cuenta de hacerle foto esta vez).
Dejamos reposar la masa cubierta con un paño húmedo, en el lugar más cálido de la casa, alejado de las corrientes de aire. Esperamos hasta que doble su volumen. Os pongo a modo orientativo que tarda más o menos un par de horas. Esperad con paciencia hasta que el proceso esté completo, porque el sabor deriva de que la fermentación se lleve a cabo correctamente. Un brioche sin un buen levado sabe a harina cruda.
Sacamos la masa, la desgasificamos apretando con los puños y amasamos ligeramente. Vais a ver que se maneja bastante bien. Dividimos en 8 porciones del mismo tamaño aproximadamente y formamos bolas. Mis bolas pesaban unos135g cada una. Engrasamos el molde y las colocamos sobre los huecos.


Este horno no es imprescindible para la receta. Mi amiga Daniela quiso hacerlo al ver la foto en mi estado de Whatsapp y utilizó un molde desmontable para bizcochos, de los más normales. Hizo la receta original, con harina de trigo. Puso 7 bolas alrededor y una última en el centro. El resultado, como véis, fue espectacular (más que el mio).


Con esto quiero decir que no os tiene que frenar el hecho de no tener el horno. A mí me encantan los cacharritos, y hay recetas que no se pueden hacer sin ellos, pero en este caso no es imprescindible.
Dejamos que las bolas doblen su volumen, cubiertas con un paño húmedo.


¡Ya casi está! Sólo nos queda pintar las bolas con huevo batido y ponerle nuestra decoración preferida. Yo quise ponerle azúcar perlado, y le dio un toque estupendo.


Ponemos la tapa al molde e introducimos en el horno que habremos precalentado a máxima temperatura. Se hornea en la rejilla, a media altura, con calor arriba y abajo. Si no tenéis el molde cerámico, deberéis precalentar el horno junto con una bandeja con agua en la parte inferior, para que el brioche se hornee con un poco de vapor.
Horneamos unos 25 minutos, tras lo cual apagamos el horno y extraemos ligeramente la rejilla para que el molde asome un poco y se enfríe poco a poco, y no note de forma brusca los cambios de temperatura. Lo mismo si se ha horneado en molde normal.


Abrimos la tapa y esperamos que se temple un poco para desmoldarlo. A continuación, dejamos enfriar sobre una rejilla.





 ¡A disfrutarlo! ¡Os aseguro que es un bocado delicioso!
 

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