El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

miércoles, 2 de enero de 2019

NEVADITOS


 


Navidad... Esa época del año en la que tenemos más tiempo para estar con la familia, hacer actividades diferentes y ¿cómo no? cocinar.
Estos nevaditos fueron un regalo para mi gran amiga Diana y su familia. Quise tener ese detalle con ellos y, como siempre, me lo agradecieron muchísimo. Tanto que quieren volver a comerlos pronto. Y aquí dejo la receta, especialmente para ellos. No los he visto en el mercado, que no digo que no existan, pero desde luego, fáciles de encontrar no son. En cambio, su realización no entraña ninguna dificultad. Y es un sabor que nos recuerda a épocas pasadas, a nuestra infancia, a Navidades que ya no volverán.

INGREDIENTES:

- 100g de manteca de cerdo
- 180g de harina de arroz
- 70g de almidón de maíz
- 20 ml de vino blanco
- 40 ml de zumo de naranja (o de vino blanco también)
- 50g de azúcar
- Una pizca de goma Xantana


Para la decoración utilizaremos azúcar glas.


ELABORACIÓN:

Mezclamos los ingredientes secos: harinas, azúcar, levadura y Xantana. Reservamos.
Batimos la manteca de cerdo que deberá estar a temperatura ambiente, y le añadimos el zumo de naranja y el vino blanco, poco a poco, en forma de hilo. Vais a ver que es casi imposible que se mezclen, pero debemos intentar que se integren.
Añadimos la mezcla de harinas y batimos hasta que la masa sea homogénea. Queda más o menos así:


Hacemos una bola con la masa y tapamos el bol con film transparente. Dejamos reposar en el frigorífico durante un mínimo de dos horas. Puede pasar un día completo sin problema.

Tras el reposo, tomamos porciones de masa y hacemos bolitas que aplastaremos hasta dejarlas con un centímetro de grosor, más o menos, y unos 4 centímetros de diámetro. Puede ser útil engrasarnos las manos con aceite de oliva para manejar mejor la masa, que es bastante pegajosa. La medida ya sabéis que va en gustos, yo os pongo por aqui la estándar. Ponemos las bolitas aplastadas en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.



Otra forma de hacerlos consiste en estirar la masa fría entre 2 papeles de horno hasta que tenga unos 2-3 cm (hay personas que los hacen de incluso 10 cm de altura) y a continuación cortar círculos, que pasaremos a la bandeja del horno. Quedan más vistosos estéticamente, todos iguales. 




Metemos la bandeja en el frigorífico mientras el horno se precalienta a 200ºC.
Introducimos la bandeja en el horno, bajamos la temperatura a 180°C  y horneamos durante aproximadamente 20 minutos. Sabremos que están listos cuando veamos un anillo dorado en su superficie.



Ya sabéis, transcurrido el tiempo de horneado, sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez fríos, rebozamos en azúcar glas (mucho mejor rebozar que espolvorear) ¡y listos!

Su interior es ligeramente hojaldrado, con ese sabor a manteca tan peculiar... ¡buenísimos!










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