El jardín de las celicias

El jardín de las celicias
Con todas estas recetas intento que la infancia de mis hijas, especialmente la de Almudena, sea un poquito más feliz.

domingo, 26 de agosto de 2018

MASA BASE DE PIZZA








¡Hola de nuevo! 
Esta entrada tenía muchas ganas de publicarla, pero no encontraba el momento. Es la receta que hacemos en casa al menos una vez cada 10 días (normalmente de manera semanal). Nos encanta para los viernes por la noche, sin prisas para el día siguiente, disfrutando con su elaboración. 
La variedad de la pizza es infinita. Da igual lo que pongáis encima. Con esta receta el éxito está asegurado. Si el aceite de oliva está aromatizado con albahaca, obtendréis un aroma italiano muy especial. Lo he aprendido durante mi paso por Génova estas vacaciones. Allí son especialistas en aceite de oliva a la albahaca. Desde entonces, una botella de elaboración casera ocupa mi despensa.

INGREDIENTES:
 


- 220 ml de agua templada

- 110g de harina de arroz

- 40g de harina integral de arroz

- 35g de fécula de patata

- 15g de almidón de mandioca

- 5g de leche en polvo

- 50g de harina de almendra (que le dará un toque crujiente)

- 1 y ½ cucharadas de Psyllium

- 1 cucharadita de sal

- 40 ml de aceite de oliva virgen

- 3 g de levadura seca

- 1 cucharada de azúcar


PREPARACIÓN:

Pesamos los ingredientes líquidos, añadirmos los sólidos y amasamos. Dejamos fermentar en un bol tapado con papel film durante 1 hora.

Ponemos la masa en una bandeja de horno cubierto con papel vegetal, haciendo una bola. O bien utilizamos una bandeja especial para pizza, cuya antiadherencia no necesita papel. La mía es de Le Creuset y estoy encantada con ella.



Espolvoreamos con harina, o nos aceitamos las manos y presionamos hasta conseguir que se extienda, en forma redondeada o rectangular. La base debe tener un espesor de ½ a 1 cm, según nuestro gusto (pizza fina o pan). Con esta cantidad, en mi bandeja de 33 cm, queda la pizza finita. Si la queréis más gordita, o bien utilizáis una bandeja más pequeña, o aumentáis proporcionalmente la cantida de cada ingrediente.


Lo ideal es hornear unos 20 minutos a 180ºC, antes de colocar los ingredientes. No es imprescindible pero mejora mucho la calidad de la preparación. Nos garantiza una cocción total de la masa, sin que se quemen los ingredientes puestos encima.




Colocamos sobre la base los ingredientes bien escurridos: si es tomate, mejor concentrado, para evitar el agua. El queso mozzarella fresco debe haber escurrido ya cortado al menos un par de horas (es una receta que requiere cierta previsión). Si no tenemos tiempo, utilizaremos mejor otro tipo de queso, pues un queso sin escurrir nos arruinará la receta. Si hay exceso de agua sobre la masa, la parte de arriba quedará húmeda y poco cocida, y aunque la de abajo quede crujiente, no estaremos satisfechos con el resultado. Yo lo dejo sobre un colador hasta que suelta la mayor parte del agua.



En casa nos gusta la pizza Margharita con jamón York. ¡Y con muucho queso!




Horneamos unos 30 minutos a 180ºC, dependiendo del horno. ¡Y a comer!




Esta masa es muy agradecida: puede congelarse después del levado, o bien ya  formada la base, envuelta en papel film. ¡Al descongelar quedará como recién hecha!¡Hasta la próxima!







No hay comentarios:

Publicar un comentario