El otoño es la estación ideal para innovar en la cocina. Después de las comidas frías del verano, de haber horneado lo justo y necesario, tenemos las ganas renovadas cada año de volver a hornear.
Los frutos de estación tienen la misma tonalidad que las hojas en el suelo: naranjas, amarillos, marrones...
Los membrillos que comenzamos a cosechar son una estupenda opción para ser utilizados en nuestra cocina. El dulce de membrillo tiene múltiples usos, y hoy os dejo uno de ellos. Para completar, este bundt cake además lleva dátiles, pasas y nueces. Un espectáculo.
INGREDIENTES:
- 100g de harina de arroz
- 50g de almidón de maíz
- 1 cucharadita de Psyllium (opcional)
- Pizca de goma xantana (opcional)
- 100g de AOVE
- 3 huevos
- 1 cucharadita del mix de especias para pastel de calabaza (aquí podéis ver cómo hacerlo)
- 8g de levadura química tipo Royal
- 50g de nueces picadas
- 25g de pasas
- 6 dátiles en trocitos
- 50 g de azúcar
- 250g de dulce de membrillo
ELABORACIÓN:
Ponemos las pasas a remojo para que se hidraten bien, durante 30 minutos aproximadamente. Podemos hacer lo mismo con los dátiles, pero no es estrictamente necesario.
Mezclamos las harinas con el psyllium, la xantana, el mix de especias y la levadura química. Reservamos.
Comenzamos a elaborar el bundt. Precalentamos el horno a 200ºC.
Batimos los huevos con el azúcar con la ayuda de una batidora de varillas.
Agregamos el aceite y seguimos batiendo.
Cambiamos las varillas por el accesorio de mariposa y vertemos la mezcla de harinas sobre la de huevos. Seguimos batiendo.
Por último, añadimos el dulce de membrillo, los dátiles troceados, las pasas remojadas y las nueces.
Continuamos batiendo hasta que todo esté bien mezclado y ponemos en molde engrasado.
Introducimos el molde en el horno, con la rejilla en posición central y calor arriba y abajo, y bajamos la temperatura a 180ºC.
Horneamos durante 45 minutos aproximadamente o bien cuando al pinchar con un palillo, salga limpio.
Sacamos del horno, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Es un bizcocho muy otoñal, con un sabor increíble y una textura húmeda, dada por el dulce de membrillo. El crujido de las nueces le da el toque perfecto para que cada bocado sea un placer.
¿Te animas a probarlo?
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